viernes, 29 de junio de 2012

Pensamiento del Día, 29-6-2012


«No le dije la verdad y aún no sé por qué. Nos sucede a menudo que, sin darnos cuenta, preferimos una mentira complicada a una verdad sencilla. Me parece recordar que me referí a un cliente excéntrico que “por motivos que no son del caso y que alargarían demasiado la conversación”, si sabía para qué servían las estrellas me ayudaría muchísimo a arrancarle un contrato. Era una explicación desesperada, no se sostenía en modo alguno, pero afortunadamente mi amigo no reparó en ello; estaba concentrándose para obsequiarme con una lección magistral.»
 
 (Pere CALDERS I ROSSINYOL; Barcelona, 29 de septiembre de 1912 - 21 de julio de 1994.  
Fragmento de “Pedagogía aplicada” en Todo se aprovecha, 1987.)
Tratamos a veces las cosas más cotidianas desde el complicado requiebro que intenta eludir la verdad palmaria... Una pregunta infantil, tan inocente como inquietante, puede desarmarnos hasta llevarnos, sin saber muy bien por qué, a inventar complicados negocios para buscar respuestas aproximadas en en el saber de amistades más o menos expertas en la materia.
La vida, en fin, está repleta de estas alambicadas, inútiles e inexplicables mentiras... Para justificar nuestro retraso en una cita preferimos inventar rocambolescos y azarosos episodios en vez de reconocer que simplemente nos distrajimos leyendo cualquier tontería o nos dormimos ante el televisor... Buscamos perdón para nuestros olvidos a través de fingidas tareas urgentes e incompatibles, en vez de reconocerlos como lapsus sin más... Esperamos que nos crean cuando acumulamos urgencias sin límite y necesidades perentorias a la petición del favor más insignificante...
El caso es complicar un poco las fuentes que legitimen nuestros deseos, que expliquen nuestros actos fallidos, que hagan razonables nuestras desidias... ¿Por qué?, ¿para qué?.
Acaso, tan sólo, para sentirnos bien con nosotros mismos... Pero, ¿estamos dispuestos a aceptar nuestros propios y vanos engaños?.
Desde luego, si así es, estaremos haciendo un pésimo ejercicio de pedagogía social aplicada...
Nacho Fernández del Castro, 29 de Junio de 2012

jueves, 28 de junio de 2012

Pensamiento del Día, 28-6-2012


«Anoche, ya tarde, y la noche anterior,
los Tommyknockers, los Tommyknockers,
llaman a la puerta.
Tengo que salir, y no sé si puedo,
porque el Tommyknocker,
me da mucho miedo.»
 (Stephen Edwin KING; Portland, Maine, Estados Unidos, 21 de septiembre de 1947.  
Poema infantil con el que se inicia The Tommyknockers, 1987.)
Cada día más, vivimos en la sociedad del miedo... El miedo funciona, aquí y ahora, como perfecto instrumento de control social, pero, para ello, nunca debe ser demasiado concreto, demasiado preciso, demasiado tangible.
Si el miedo principal fuese el que provocan las togas y las porras, con su actos ligados a una “obediencia debida a su cadena jerárquica correspondiente” (tan propia de épocas aún más oscuras y oprobiosas), mucha gente, la mayoría, estaría dispuesta a enfrentarse a él, como bien comprobaron las calles y cárceles del tardofranquismo.
Pero, en realidad, el miedo que socialmente funciona para extender una sumisión aprendida es mucho más difuso, más ligado a sensaciones y comentarios del “boca a boca”: el miedo a perder el puesto de trabajo, el miedo a verse envuelto en problemas sociolaborales, el miedo a ser identificado como parte de un colectivo demonizado, el miedo a la exclusión social... En suma, el miedo a sufrir los efectos de la precarización de la vida.
Y ese miedo, que se va concretando en casos puntuales, más o menos extendidos y cercanos, no puede responder, por definición, a realidades generales, universales... Si la vida fuese precaria para todo el mundo, las condiciones materiales para el cambio estarían dadas y éste sería inmediato.
Pero la precarización vital llega a muchas personas, pero no a todas... Y por eso funciona como eficaz agente productor de miedo paralizante, de una suerte (o desgracia) de neurosis experimental colectiva por la que la ciudadanía, ante la imposibilidad de identificar condiciones concretas que deriven en lo que se teme (cualquiera parece que hoy puede caer en un proceso de exclusión social), sólo acierta a responder con comportamientos de sumisión aprendida y protestas derivadas hacia focos erráticos (inmigrantes, colectivos receptores de políticas compensatorias de la desigualdad de origen, resistentes de cualquier tipo, disidentes en general,...).
Mientras tanto, los verdaderos responsables de esa precarización de la vida y de su transformación social en miedo siguen sacando tajada, cada vez más y mejor tajada... Y frotándose las manos.
Nacho Fernández del Castro, 28 de Junio de 2012

miércoles, 27 de junio de 2012

Pensamiento del Día, 27-6-2012


«...Los dos alargamos nuestros brazos derechos en un intento desesperado por conectar ambas manos, chocan las palmas, los dedos se engarfian ciñendo uno la muñeca del otro, con todas nuestras fuerzas, en su vida habrá apretado él tanto, yo me vacío en el amarre, el tirón es brutal....la mar abajo es una promesa de congelación inmediata.»
 
 (Raúl GUERRA GARRIDO; Madrid, España, 4 de abril de 1935. La mar es mala mujer, 1987.)
La cosa está muy mal... Lo dice mucha gente (incluida la gente “más experta”), pero casi nadie le hace caso.
Unos, esa inmensa mayoría acostumbrada a malmorir en el límite del hambre y la miseria, porque su precariedad vital es habitualmente tanta que, probablemente, no se habrá visto demasiado visiblemente acrecentada... Otros, esa inmensa minoría que siempre sabe ver la oportunidad para sacar beneficio personal de cualquier desgracia ajena, por global que esta sea, porque los intermediarios (financieros, políticos, mediáticos) están bien dispuestos a servirles, como siempre, y facilitarles el negocio.
Y, ¿los del medio?... En el medio están tantas personas a las que la precarización laboral y el desempleo amenaza con la exclusión social... Son esa gente que necesita, más que nunca, una mano que, en lo cercano, haga un intento desesperado por mantener su conexión con la nave de una sociedad a la deriva... Son quienes dependen que que alguien se vacíe en un frágil amarre, en un tirón brutal para mantenerse colgando de la quilla de un mundo cada día más inhóspito, más lúgubre... Son quienes, en fin, viven cotidianamente la amenaza del inmenso mar de la exclusión en el que sumergirse implica la congelación, el aniquilamiento personal.
Como esas víctimas de desahucios cuyas manos solidarias y amigas son violentadas por las porras y las togas... ¡Es un verdadero oprobio que, además, lo hagan bajo la acusación de “obstrucción a la justicia”!. Porque, como bien sabía Platón, la Justicia es otra cosa que nada tiene que ver con las leyes que facilitan esas sentencias de desahucio o con la desmedida fuerza empleada por unos “servidores del orden”  contra quienes sólo reclaman el derecho a vivir con una mínima dignidad... O con los llamados “Tribunales de Justicia”, cuyas actuaciones, con frecuencia, están más cerca de lo exánime que de lo ecuánime. Que, por lo menos, hablen de “resistencia a la autoridad” porque, en efecto, quienes solidariamente se resistían lo hacían frente a la “autoridad” que ordenaba la ejecución y contra el “monopolio de la violencia” en virtud del cual se imponía por la fuerza... Orden y violencia que en casi nada difieren de la de los viejos señores, de la de los eternos amos.
Nacho Fernández del Castro, 27 de Junio de 2012

martes, 26 de junio de 2012

Pensamiento del Día, 26-6-2012


«Te has encontrado a ti mismo (...). Es tu final.»
 
 (José María GUELBENZU FERNÁNDEZ; Madrid, 14 de abril de 1944. La mirada, 1987.)
Resulta no sólo metafísico, sino también peligroso eso de “encontrarse a sí mismo”... Como uno es básicamente una resultante compleja de influencias externas, un cruce particular de heteronomías, el mero hecho de intentar verse como autonomía por descubrir es, en sí mismo, autodisolutorio: una falsa conciencia que, ante su inevitable frustración, sólo puede proyectarse en drama.
Y es que el yo concebido más allá de la alteridad (del tú múltiple y diverso) que con él interactúa hasta definirlo, tiende a la nada... El mito de la autonomía personal es, en el fondo, una simple añagaza mediante la que las instituciones sociales (la familia, la escuela, el Estado) pretenden hacernos sentir responsables de lo que está fuera de nuestras posibilidades de actuación... Así que no hagamos mucho caso cuando tantos poderosos y mediadores bien pensantes (desde la casta política hasta el clan de los tertulianos) nos digan que buena parte de la culpa de la crisis es nuestra (por habernos dejado meter donde ellos nos dijeron que era maravilloso estar).
No les hagamos caso, no... Y sigamos señalando y protestando frente a los verdaderos responsables.
Nacho Fernández del Castro, 26 de Junio de 2012

lunes, 25 de junio de 2012

Pensamiento del Día, 25-6-2012


«MARTHA.– Me encanta cuando te enfureces. Creo que eso es lo que más me gusta de ti, tu furia. Menudo pánfilo estás hecho. No tienes ni… ¿cómo se dice…?
GEORGE.– …lo que hay que tener…
MARTHA.– A punto las tienes, ¿eh? (Pausa… Enseguida se ríen). ¡Eh!. Anda, pon algo más de hielo en mi vaso. Nunca me pones hielo. ¿Por qué, eh?.»
 
(Edward Franklin ALBEE; Washington D.C., Estados Unidos, 12 de marzo de 1928. Who's Afraid of Virginia Woolf? -¿Quién teme a Virginia Wolf?-, 1962.)
A veces, cada vez con más frecuencia, la vida necesita un poco de furia... Furia contra tanta sumisión aprendida que llena las desoladas calles de comercios cerrados y pensionistas aburridos que ya ni obras tienen con las que entretenerse... Furia contra los torpes discursos autoexculpatorios de una casta política presta a encubrir los desmanes de quienes verdaderamente mandan y a compensar, con nuestro dinero, sus pequeños quebrantos... Furia contra quienes tratan de legitimarse, ante sus amos del Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional, a base de recortar y desmantelar  lo que es común, como la educación y la sanidad universales e inclusivas, para financiar los bancos que nos deshaucian y favorecer los negocios privados que nos excluyen.
Furia de los humildes que sólo será sostenible ante los poderosos, recuperando los viejos y auténticos lazos de solidaridad y apoyo mutuo en lo más cercano (familia, barrio, “curro”,...)... Furia, sí, porque la indignación no es suficiente y les resbala.
Nacho Fernández del Castro, 25 de Junio de 2012

domingo, 24 de junio de 2012

Pensamiento del Día, 24-6-2012


«Es de la inteligencia el acabar la obra de la intuición.»
Romain Rolland French Man of Letters
 (Romain ROLLAND; Clamecy, Nièvre, Francia, 29 de enero de 1866 – Vézelay, 30 de diciembre de 1944. Jean-Christophe, 1912.)
Todo el mundo tiene o cree tener intuiciones sobre lo que va a pasar...  Incluso, como exigía Descartes, “intuiciones claras y distintas”.
Pero, ¿podemos o debemos hacerles caso?. Evidentemente, no hasta que sean cuidadosamente y pormenorizadamente examinadas por la inteligencia (como no vamos a entrar aquí en disquisiciones psicológicas, diremos que por todos los tipos de inteligencia: racional, emocional, adaptativa,...).
Pero además, ¿qué es realmente una intuición?, ¿son algo totalmente ajeno a la realidad y, sin embargo, capaz de servirnos de de guía ante la evolución de la misma, o, más bien, el resultado no totalmente consciente de la proyección de datos de nuestra propia experiencia?.
Sin duda, la opción más plausible es la segunda y, por ello, la propia intuición tiene una base, por mucho que sea implícita o borrosa, inequívocamente racional... O sea que “ser intuitivo” consiste, ni más ni menos, que en haber automatizado ciertos hábitos mentales que nos llevan a prevenir determinados acontecimientos futuros que consideramos personal y colectivamente relevantes.
Pero nadie debe dejarse llevar por sus intuiciones... Mucha gente puede tener y tiene la intuición de que en los próximos años, más allá de las futurologías interesadas y equívocas de economistas o sociólogos, el mundo se irá haciendo más inhóspito para los más para mayor comodidad de los menos... Pero no por ello podemos dejar de luchar porque así no sea.
Nacho Fernández del Castro, 24 de Junio de 2012

sábado, 23 de junio de 2012

Pensamiento del Día, 23-6-2012


«¿Por qué he reunido tantas cosas dispares en un mismo marco?. Joven amigo mío, una de las obras cumbres que ha producido el genio del hombre fue escrita en época de peste, precisamente a causa de la peste, digo yo. Además, amiguito mío, cuando uno ha permanecido largo tiempo apartado de los hombres, que tan bien conoce interna y externamente, no le habrá de ser vedado el volver a incurrir en el vicio de perorar sin tregua, para desentumecer la lengua y dar suelta al millar de discursos que ha incubado su cabeza. Sirva esto para mi defensa.»
 (Knut HAMSUN, nacido Knut Pedersen; Lom, Noruega, 4 de agosto de 1859 – 
Grimstad, 19 de febrero de 1952. Den sidste Glæde -La última alegría-, 1912.)
El discurso de la diversidad y el pluralismo, tan querido para quienes pensamos que la política ha de consistir sobre todo en la articulación y potenciación de cauces para que lo diverso y lo pural pueda expresarse con voz propia y de espacios donde pueda encontrarse para auspiciar sus propias dinámicas de conflicto, superación y síntesis mestiza, puede parecer, en ocasiones, un simple marco de lo dispar, un acomodaticio cajón de sastre, un tótum revolútum abigarraado, incluso una peligrosa Caja de Pandora.
Pero no, es necesario y urgente, más en estos tiempos de peste sombría (los que la gestaron y extendieron la llaman crisis, creo) combatir con buenos argumentos, perorar sin descanso para evitar que las víctimas acepten la estrategia del verdugo: dividir “los paganos” para demonizar colectivos concretos (desde inmigrantes a mineros) y desviar el descontento, la indignación y las respuestas airadas de las verdaderas causas del mal y los principales responsables.
Nacho Fernández del Castro, 23 de Junio de 2012

viernes, 22 de junio de 2012

Pensamiento del Día, 22-6-2012


«En efecto, la India es el país de las cosas que son y no son, que 
surgen y desaparecen; de las cosas cuya existencia, en todo caso, 
no es demostrable con medios científicos.»
 
 (Alberto MORAVIA, pseudónimo literario de Alberto Pincherle; Roma, 28 de noviembre de 1907 - 
26 de septiembre de 1990.  -Una idea de la India. La Crónica de una Fascinación-, 1962.)
Lo exótico, lo extraño, para eso que llamamos Occidente, siempre se asocia con lo inestable, con lo que puede ser o no ser (o ser y no ser, por momentos o espacios), con lo que aparece y se difumina, con lo que está más allá (o más acá) de la lógica material de la ciencia.
Pero, acaso, desde otros puntos de vista, la extrañeza y el exotismo radique, precisamente, en la estabilidad de las cosas, en la confianza en que nuestro mundo es permanente (lo que es, es; lo que no es; no es) más allá de los procesos de generación y corrupción propios del mundo material, en la seguridad de que, en todo caso, también esos procesos están determinados por una legalidad científica.
Y seguramente ambos puntos de vista son exagerados, porque, si no es así, ¿qué pasaría si los ingenieros que planifican viaductos o puentes se equivocasen tanto como los sociólogos o los economistas cuando planifican o hacen prospectivas?, ¿qué pasaría si el cambio fuera tan permanente que no tuviésemos la más mínima seguridad de lo que nos encontraríamos al salir a la calle al día siguiente?.26 de septiembre de 1990. 
Por fortuna, las calles suelen seguir, salvo catástrofes puntuales, en su sitio (incluyendo los riesgos más habituales)... Y los economistas y sociólogos se siguen equivocando cuando juegan a la futurología.
Nacho Fernández del Castro, 22 de Junio de 2012

jueves, 21 de junio de 2012

Pensamiento del Día, 21-6-2012


«Esta vida cultural recibe, pues, su unidad a través de una curiosa instancia: el público, de entidad amorfa, incorpórea, inconsistente y un tanto fantasmagórica, que es al mismo tiempo juez y mercado para el intelectual...»

 

 (Francisco AYALA GARCÍA-DUARTE; Granada, 16 de marzo de 1906 - Madrid, 3 de noviembre de 2009. Razón del mundo: Un examen de conciencia intelectual, 1962.)
Hace cincuenta años el público era quien daba, desde su inconsistencia fantasmagórica, unidad difusa (también, con frecuencia, confusa) a eso que solía llamarse la vida cultural... El público juzgaba, con su participación activa en el mercado de la cultura, lo que merecía la pena y lo que no, las personas que debían seguir desarrollando una tarea intelectual y las que era mejor que se dedicasen a cualquier otra cosa... Y, desde luego, lo hacía con criterios amplios en los que cabían Corín Tellado y Gonzalo Torrente Ballester, Concha Piquer y Cristóbal Halffter, Radio Topolino Orquesta y Manolo de Vega, Alfonso Paso y Alfonso Sastre... La producción cultural estaba en manos de pequeñas empresas que actuaban como más o menos entusiastas intermediarias culturales.
¿Qué pasa ahora?... Como ocurre en el mundo político, son “los propios mercados” los que dictan las normas y los que determinán qué cultura debe hacerse, para qué y para quién... Bajo la dictadura de las grandes empresas culturales (verdaderas “transnacionales del espectáculo”) se seleccionan públicos destinatarios para fabricarles productos culturales “adecuados”. Y estas industrias de la cultura-espectáculo seleccionan intelectuales dispuestos a servir a sus intereses (ideológicos y económicos), los manipulan y transforman para ajustarlos a los mismos, los inventan y fabrican cuando es preciso... Todo para delimitar, ahora con mucha mayor precisión, con lógica menos difusa, con intencionalidad nada confusa, sus audiencias. O sea, el público cautivo de un imaginario social industrialmente consolidado.
Es, ni más ni menos, el paso al límite de la proletarización del (cada vez más alienante y precario) trabajo intelectual.
Nacho Fernández del Castro, 21 de Junio de 2012

miércoles, 20 de junio de 2012

Pensamiento del Día, 20-6-2012


«Cuando se alejaba por la calle, gris y casi desierta, hacia la estación, cerré los ojos para no verla. Todavía la veo, abandonada y solitaria en aquella salita fría de visitas de los escolapios, una sala con muebles pobres...»
 (Emili TEIXIDOR I VILADECÀS; Roda de Ter, Barcelona, 22 de diciembre de 1933 – 
Barcelona, 19 de junio de 2012. Andreu, tras despedir a su madre que había bajado con sacrificio a verlo al colegio de escolapios en el que estaba interno, en Pa negre –Pan negro-, 2003.)
En éste mundo inhóspito, ¿cuántas veces tenemos que cerrar los ojos para no hacer presente lo que no queremos rememorar?...
No, no es que el mundo sea ahora peor, más cruel e inhabitable que en otrara épocas... El gran problema es que, durante casi tres siglos, han venido engatusándonos con el mito del progreso.
El sistema que nace con las revoluciones burguesas en Europa (asentadas a sangre y fuego con el Terror), nos vendió la confianza en que todo avance en el conocimiento se traduciría en desarrollo industrial y éste, a su vez, en progreso social... Y compramos el mito, es decir, nos lo creímos.
Así que ahora, cuando descubrimos que ese progreso social sólo da para los mediadores financieros, sus testaferros políticos y sus voceros mediáticos, ya no sabemos qué hacer con aquella vieja confianza ilustrada que nadie querrá comprar, que nadie querrá creer... Y caemos en la confusión silente, en la sumisión o en la desesperación en medio de las salitas frías y pobremente amuebladas del clerical internado en el que se va convirtiendo el mundo.
Pero se trata de sacudirnos silencios y miedos, de superar desesperaciones o e indiferencias aprendidas, para, aún en la confusión, salir a las calles desiertas y grises de la vida y devolverles un poco de luz, un poco de algarabía, para, reivindicando nuestra voluntad de ser (con todos), intentar encontrar algo de esperanza común que permita vislumbrar algún horizonte colectivo.
Entre otras cosas, porque se lo debemos a gente, como Emili, que se acaba de alejar por esos caminos lúgubres, después de haber dedicado su tiempo a alentar los mejores sueños infantiles y sostener la más valiosa memoria adulta... Contra el miedo.
Nacho Fernández del Castro, 20 de Junio de 2012

martes, 19 de junio de 2012

Pensamiento del Día, 19-6-2012


«Sangre de la ciudad,
si yo hubiera sido hermoso,
alma de la ciudad,
si hubiera sido honesto,
cuerpo de la ciudad,
si diáfano,
ojos de la ciudad,
o si valiente,
voz de la ciudad,
o enamorado cierto,
calles de la ciudad,
o algo
no tan ilusorio,
ciudad de mi ciudad.»
 (; Ciudad de México, México, 2 de marzo de 1944 - Madrid, España, 30 de julio de 2008. Poema 38, “Salida (y último)” en Volver a casa, 1987.)
En la ciudad global del espectáculo, nosotros mismos nos volvemos apariencias, espectros ilusorios que sólo toman cuerpo cuando se tornan mercancía... Nuestra condición ciudadana ya sólo cobra sentido cuando realizamos actos de consumo en algún mercado, cuando nos manifestamos como audiencia “zapeando” entre medios de comunicación, cuando participamos sumisamente en la ceremonia de las urnas eligiendo a este o aquel producto de marketing político (porque, evidentemente, ni siquiera podemos elegir a nuestros amos)...
Y, en este juego de espejos (o de espectros, de imágenes sin ser propio), ¿dónde va quedando “la ciudad de nuestra ciudad”?, ¿dónde se han ido tantos lugares (humildes, cutres a veces, pero entrañablemente reales) que conformaron nuestro ser, que delimitaron nuestro estar, que impulsaron nuestro crecer?... ¿Quiénes nos han  robado, en suma, los hitos que perfilaron nuestra máscara particular para actuar en el mundo, es decir, nuestra forma de “ser persona” (del latín “persona”, o “máscara con la que se cubre un personaje teatral”, al que llega a través del etrusco “phersu”, procedente a su vez del griego προσωπον o “prospora”, “máscara, lo que está delante de la cara”), de presentarnos ante los demás?.
En las ciudades uperizadas, homegeneizadas y pasteurizadas del presente, nada sabe ya a lo que debiera saber, nada huele a lo que debiera oler, nada suena como debiera sonar, nada ofrece las sensaciones táctiles que sólo habitan ya en el recuerdo, nada se ve ya como se debiera ver... Todo responde a la norma homologada por alguna transnacional americana, o japonesa, o alemana, o china...
Por eso resulta tan imprescindible la memoria... Es, en sí misma, un principio de resistencia.
Nacho Fernández del Castro, 19 de Junio de 2012

lunes, 18 de junio de 2012

Foro Filosófico Popular de Junio en el CMI de El Llano (Gijón), 19-6-2012 (19'30 horas)


 
El Centro Municipal Integrado de El Llano (c/ Río de Oro, 37- Gijón) desarrollará el Martes, 19 de Junio del 2012, a las 19’30 horas,  la sesión mensual del Foro Filosófico Popular “Pensando aquí y ahora” para abordar el tema« La filosofía ante la hipocresía occidental frente a la tortura aquí y ahora: De “justicias infinitas” y “libertades duraderas”». La sesión se plantea como reflexión general y concreta sobre el sentido de la práctica de detenciones sin fuero, desapariciones y torturas, partiendo de los casos concretos, tanto institucionales (desde las dictaduras de los años setenta en el cono sur americano hasta Guantánamo Abu Ghraib y las “cárceles secretas” estadounidenses en países del este europeo, pasando por décadas de “tratamientos especiales” en las propias cárceles españolas o la situación de los presos palestinos en las cárceles israelitas) como contrainstitucionales (desde el terrorismo hasta los secuestros-exprés)… La cuestión acabará suscitando, inevitablemente, interrogantes ante los elementos comunes de lo que se trata de construir como ejercicio de “violencia sin testigos”. Y de ahí, seguramente, podrán atisbase relaciones con el permanente uso del miedo como instrumento más eficiente de control social en los tiempos de la sociedad simbólica… Especialmente, cuando ese miedo puede convertirse mediáticamente en horror paralizante, la mejor fuente de sumisión.  En este sentido, asistimos a fenómenos que, hoy y aquí, condenan y castigan toda disidencia y/o resistencia ante lo considerado “políticamente correcto” con variantes que van desde la tortura y muerte simbólica hasta el retorno a las porras y las togas cuando lo simbólico pierde eficacia. Desde ese pensamiento único oficial, se manipulan cosmovisiones para deslegitimar y aniquilar cualquier alternativa a los intereses de los poderes reales (transnacionales) y dar carta de naturaleza a más refinados mecanismos de control y represión. Se suscitan, así, algunos interrogantes conceptuales y prácticos implicados en las nuevas persecuciones ideológicos que, aún bajo interesados velos, nos rodean: ¿se está convirtiendo la vida, para la inmensa mayoría de la humanidad, en una verdadera tortura organizada?.
Todo ello será planteado, en sus aspectos conceptuales básicos y en sus líneas de fuerza e interrogantes, por el propio coordinador del Foro, José Ignacio Fernández del Castro (que, como siempre, facilitará también a las personas participantes un dossier con documentación sobre el tema abordado, incluyendo el guión de la sesión, recomendaciones bibliográficas y cinematográficas, e informaciones de interés)...
Tras su intervención (e, incluso, durante la misma) habrá un debate general entre todas las personas presentes (recordamos que, en relación con este Foro se habrá proyectado ya, el miércoles, 13 de Junio, en el Cine-Forum “Imágenes para pensar”, la película Camino a Guantánamo, 2006, de Michael WINTERBOTTOM y Mat WHITECROSS). La sesión, celebrada en relación con el Día Internacional de Apoyo a las Víctimas de Tortura (26 de Junio),  tendrá lugar en el Aula 4 (Segunda Planta), con asistencia libre.

Pensamiento del Día, 18-6-2012


«El mar: 
mientras lo miras 
se evapora.»
 
 (José CORREDOR MATHEOS; Alcázar de San Juan, Ciudad Real, 1929. Y tu poema empieza, 1987.)
Así es el asunto... Mientras miramos las cosas, éstas, sujetas a su propia dinámica, dejan de ser lo que estábamos observando, se transforman.
Por eso, igual que el mar se evapora, la realidad cambia... El mar, aunque la lluvia le devuelva parte del agua evaporada, nunca volverá a ser el mismo... La realidad, aunque nos empeñemos en hacerla presente tal como era, nunca lo será ya.
Así que, si queremos que el mar no sufra grandes alteraciones es mejor que intentemos calcular el efecto de nuestras propias acciones en los procesos de evaporación y precipitación para evitar alterarlo inconvenientemente... Y si queremos que la realidad permanezca o se transforme en un sentido determinado, es mejor que dejemos de observarla y participemos en los procesos que determinan sus cambios.
¿Qué es una tarea difícil y con resultados previsiblemente poco satisfactorios?... Nadie dijo que la vida fuese fácil y la satisfacción estará precisamente en darle un cierto sentido intentándolo.
Nacho Fernández del Castro, 18 de Junio de 2012

domingo, 17 de junio de 2012

Pensamiento del Día, 17-6-2012


«—Quizá tenga razón. En general, la gente joven
suele tenerla, porque no es el individuo sino la juventud la que la tiene. ¡Ah, la razón vital!. ¿Qué es la otra a su lado?. Sin embargo, cuando yo tenía su edad, éramos unos románticos y a lo mejor aún lo somos sin darnos cuenta.»

 (Gonzalo TORRENTE BALLESTER; Serantes, Ferrol, 13 de junio de 1910 – Salamanca, 27 de enero de 1999. El profesor Sharp en  “El primer relato de Ivonne” del libro  Yo no soy yo, evidentemente, 1987.)

Difícil asunto el de la razón intergeneracional... Ya lo decía Saramago desde La caverna: "ni la juventud sabe lo que puede, ni la vejez puede lo que sabe"... Así que frecuentemente la razón vital, con su fuerza volcada sobre lo inmediato, no encuentra acomodo en la razón pausada de quienes, con más tiempo vivido que por-venir, sólo atienden ya a las esencias de lo universal.
En cualquier caso, aquí y ahora, en el tiempo de juventud eterna convertida en espectáculo y mercancía para gozar el instante, negar el futuro y exigir los logros inmediatos, está claro que que la razón senil se verá siempre arrollada por la razón impetuosa.
Y ya ni el romanticismo puede servir de punto de encuentro, pues, excluido ya de los valores hegemónicos, es, en sí mismo, un principio de esa nostalgia condenada a los lugares de refugio o encierro.
Nacho Fernández del Castro, 17 de Junio de 2012