sábado, 24 de octubre de 2015

EL CENTRO MUNICIPAL INTEGRADO DEL LLANO PROSIGUE LAS PROGRAMACIÓN DEL TERCER CUATRIMESTRE DE 2015 DEL FORO DE FILOSOFÍA POPULAR (27 DE OCTUBRE) CON UNA REFLEXIÓN SOBRE LA FILOSOFÍA ANTE LA EXPERIENCIA VITAL AQUÍ Y AHORA (¿ES LA LONGEVIDAD EL MAYOR RIESGO DEL MUNDO DESARROLLADO?)



 
El Martes, 27 de Octubre de 2015, a las 19’30 horas,  en el Centro Municipal Integrado de El Llano (c/ Río de Oro, 37- Gijón), se desarrollará la sesión mensual del Foro Filosófico Popular “Pensando aquí y ahora” que, continuando su programación del tercer cuatrimestre, abordará el tema«La filosofía ante la experiencia vital aquí y ahora: ¿Es la longevidad el mayor riesgo del mundo desarrollado?». La sesión se plantea como reflexión general y concreta sobre las distintas formas de exclusión y desprecio que la sociedad impone a la experiencia vital cuando se personaliza, gracias a ese “progreso” que genera longevidad, en una vejez eufemísticamente llamada “tercera edad” por el lenguaje políticamente (o sea, hipócritamente) correcto. Un colectivo que, en realidad, ha pasado a ser masivamente objeto del “gran encierro” que caracteriza las tecnologías del castigo disciplinario contemporáneas como una “prisión continua” que va desde las cárceles de máxima seguridad hasta la vida cotidian a través de las prácticas de control del poder y el conocimiento ejercidas por profesionales (desde los jueces o la policía, hasta los maestros, los mediadores, los psiquiatras o los geriatras), como bien señalaba Michel Foucault –por ejemplo, en Vigilar y castigar, de 1975-... Un intento de autolegitimación del sistema capitalista, por cuanto “las personas de edad” (según la terminología buenista de la ONU) se constituyen en una “unidad de gasto no productivo”, por lo que comienzan a considerarse como “una carga insoportable para la sociedad” y “una rémora para su desarrollo”. Así lo señalaban, sin ambages, las advertencias del Fondo Monetario Internacional en el Capítulo 4 de su Informe sobre la estabilidad financiera mundial 2012 al señalar como “la prolongación de la esperanza de vida acarrea costos financieros” para toda la economía: a través de los planes de jubilación y la Seguridad Social para los gobiernos, a través de los planes de prestaciones definidas para las empresas, a través de la venta de rentas vitalicias para las compañías de seguros, a través de obstáculos para el acceso a prestaciones garantizadas para la ciudadanía... Calcula, de hecho, el neoliberal organismo que, si la esperanza de vida aumentase de aquí a 2050 tres años más de lo previsto, los costes del envejecimiento poblacional, “que ya son enormes”, se incrementarían en un 50% (“son docenas de billones de dólares”). Así que el FMI recomienda a los países que “neutralicen financieramente los peligros de vivir más años de lo esperado” para lo que “es necesario combinar aumentos de la edad de jubilación (bien por imposición del gobierno o de forma voluntaria) y de las contribuciones a los planes de pensiones con recortes de las prestaciones futuras”, porque “si no es posible incrementar las contribuciones o subir la edad de retiro, posiblemente haya que recortar las prestaciones”. Así que el primer paso urgente para ejecutar ese plan de acción debería ser “que los gobiernos reconozcan que se encuentran expuestos al riesgo de longevidad, y, a partir de ahí, se muestren prestos para “adoptar métodos para compartir mejor el riesgo con los organizadores de planes de pensiones del sector privado y los particulares”, y, por ende, “recurrir a los mercados de capital para transferir el riesgo de longevidad de los planes de pensiones a quienes tienen más capacidad para gestionarlo”.
Acabáramos, lo que molesta de “las personas de edad” es, en realidad, que, desde el punto de vista económico, son unidades de gasto que están vitalmente inmersas en una transferencia neta y creciente de los consumos en el sistema privado a los del sistema público... Y, como ahora la experiencia y el saber acumulados por cada ciudadano o ciudadana resulta “socialmente despreciable”, porque lo único que lo legitima como tal es el consumo (de bienes y servicios, de las industrias culturales, político), que éste se vaya alejando de los mercados es, desde el punto de vista neoliberal, una auténtica blasfemia... Así que en esas estamos en todas la políticas nacionales del mundo económicamente desarrollado: los sistemas nacionales de salud, pensiones o dependencia no son viables ante el progresivo envejecimiento de la población porque, aunque esos simpáticos viejecitos y viejecitas hayan contribuido lo suyo a desarrollar y financiar esos sistemas, la sociedad, cada día más insolidaria (y aún así, el sistema, parece cada día menos dispuesto a dejar la posibilidad de decidir sobre la apuesta por el crecimiento de la atención pública a la longevidad creciente al albur de una decisión democrática de la ciudadanía... ¡Por si acaso!), no está ya dispuesta a retribuirles su esfuerzo... Así que mucho menos a escucharles, respetarles y valorarles... Es, por consiguiente, un paso más (por desgracia, para muchas personas el último y doloroso) en la extensión del principio de quien quiera salud, pensiones o atención a sus dependencias en la vejez que se la compre en los mercados correspondientes. Y si no puede... ¡Que busque recursos en la beneficencia (o en los cubos de basura)!.
Evidentemente, el desarrollo de este planteamiento, que supone que la longevidad pase de ser un logro científico sin precedentes (¿dónde quedaron las orgullosas afirmaciones, por ejemplo, de filósofos de la ciencia como Bonifaty Mikhailovich Kedrov en su famoso Discurso de Berlín: “el objetivo próximo de la medicina actual es la prolongación de la vida hasta los doscientos años, con una total conservación de la juventud y la belleza”?) a uno de los más graves riesgos sociales, deberá derivar hacia una reflexión compartida sobre la moralidad y viabilidad humana de sus consecuencias políticas, intentando alumbrar algunos vías de resistencia posible ante las mismas... Porque, seguramente, la gestión de la vida cotidiana no puede quedar en manos de los mercaderes y sus diversificados profesionales del castigo disciplinario, sino en las de los propios seres humanos que, con la actualización de su experiencia vital, son capaces de racionalizar sentimientos y sentir razones.
Todo ello será introducido, en sus aspectos conceptuales y problemáticos básicos, por el propio coordinador del Foro, José Ignacio Fernández del Castro... Como siempre, se facilitará a las personas participantes un dossier, elaborado por el propio coordinador del Foro, con documentación sobre el tema abordado, incluyendo el guión de la sesión, recomendaciones bibliográficas y cinematográficas, artículos e informaciones de interés, chistes, etc..
Tras su intervención (e, incluso, durante la misma) habrá un debate general entre todas las personas presentes (recordamos que, en relación con este Foro se habrá proyectado ya, el miércoles, 21 de Octubre, en el Cine-Forum “Imágenes para pensar”, la película Una historia verdadera (The Straight Story), 1999, de David LYNCH). La sesión, celebrada en relación con el Día Internacional de las Personas de Edad (1 de Octubre),  tendrá lugar en el Aula 3 (Segunda Planta), con asistencia libre.

martes, 20 de octubre de 2015

Presentación de "El largo (y patético) adiós. Declive del cine de géneros europeo, 1975-1990" en Gijón (22-10-2015)

 
Jueves, 22 de Octubre de 2015, 20'00 horas.
Presentación del Libro
El largo (y patético) adiós.
Declive del cine de géneros europeo, 1975-1990
Club La Nueva España de Gijón
Sala Cultural de Cajastur "monte de Piedad (Plaza del Monte de Piedad, 2-  Gijón)
Entrada libre
Reflexión bienhumorada y muy diversa, pero nunca exenta de rigor, sobre el proceso de decadencia que llevó al ocaso del cine de géneros europeo a partir de la década de 1970, El largo (y patético) adiós está editado por la asturiana y Rema y Vive y escrito por diez plumas cooordinadas por José Ignacio Fernández del Castro... Se habla, pues, en él desde muy distintas ópticas del ocaso y extinción del cine Serie B, del cien pobre, de cartón piedra, popular, manifiestamente mejorable tantas veces... Pero siempre entrañable y con frecuencia tan políticamente incorrecto como divertido.
Intervienen: 
Jorge Alonso Menéndez (editor) y, por la autoría,
Fernando Cuesta, José Ignacio Fernández del Castro, Aquilina Fueyo y Jesús Parrado.