viernes, 23 de noviembre de 2018

EL CENTRO MUNICIPAL INTEGRADO DEL LLANO CONTINÚA LA PROGRAMACIÓN DEL TERCER CUATRIMESTRE DE 2018 DEL FORO DE FILOSOFÍA POPULAR (27 DE NOVIEMBRE) CON UNA REFLEXIÓN SOBRE LA FILOSOFÍA FRENTE A LA VIOLENCIA PATRIARCAL AQUÍ Y AHORA (DE LA INSOPORTABLE GRAVEDAD DE LA PERPETUACIÓN DEL FEMINICIDIO) EN LA QUE PARTICIPARÁ NIEVES FERNÁNDEZ GONZÁLEZ

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El Martes, 27 de Noviembre de 2018, a las 19’30 horas,  en el Centro Municipal Integrado de El Llano (c/ Río de Oro, 37- Gijón), se desarrollará la sesión mensual del Foro Filosófico Popular “Pensando aquí y ahora” en la que se abordará el tema«La filosofía frente a la violencia patriarcal aquí y ahora: De la insoportable gravedad de la perpetuación del feminicidio». La sesión se plantea como reflexión general y concreta sobre los efectos de la insoportable violencia patriarcal en un verdadero feminicidio socialmente perpetuado en muchas de nuestras sociedades “avanzadas”… Pero también en la influencia que la toma de conciencia sobre este hecho ha tenido en la reciente renovación, extensión y diversificación del hálito feminista en las nuevas generaciones de mujeres (y hombres)… Y es que, mientras se transmiten intergeneracionalmente cosmovisiones de las relaciones intersexuales perversas (véase, por ejemplo, Putas insumisas. Violencias femininas y aberraciones de género: reflexiones en torno a las violencias generizadas, 202017, de de Irene Sánchez, Neus Olivé, Lorena Martín y Laura Macaya), se prolongan (y aún recrudecen) prácticas de violencia (real –violencia de género en todas sus manifestaciones- y simbólica –asentada sobre las grandes industrias de producción cultural-, pública y privada) para, en último extremo, seguir volcando el ámbito de lo doméstico (con valores que van de la ternura a la abnegación, presididas siempre por la “sumisión al macho”, al que se debe satisfacer) sobre mujeres (y otros colectivos “vulnerabilizados” como infantes y personas ancianas, que sólo merecerán consideración social en cuanto sean capaces de realizar actos de consumo significativos en distintos tipos de mercado o prestar servicios –gratuitos- de cuidado de la prole), manteniendo unas vergonzantes formas de precarización selectiva femenina  en el ámbito de lo laboral (véanse las tesis de Silvia Federici, por ejemplo, en su reciente El patriarcado del salario. Críticas feministas al marxismo, de 2018)… Son, en fin, características y consecuencias inerciales de la sociedad patriarcal que, con sus mecanismos específicos de opresión/sumisión y los instrumentos de legitimación inherentes, deriva y legitima hoy, aquí y ahora, diferentes modos específicos de explotación laboral (como las maquilas) y doméstica, así como fenómenos  de exclusión (la prostitución o la precarización laboral, hasta llegar a los extremos del feminicidio –como ocurre, por ejemplo, en Ciudad Juárez-) y una permanente “resistencia ante los discursos de género” por parte de “minorías de notables” que los tachan como una imposición del pensamiento políticamente correcto (como se ve, por ejemplo, en el hecho de que la Ley Integral contra la Violencia de Género española esté continuamente en el debate público, con constantes propuestas de modificación restrictiva de sus supuestos y sus ya menguadas dotaciones económicas… Frente a tales hechos, el movimiento feminista (acaso de modo sólo comparable con el ecologista) ha sido el que mayores logros ha conseguido en materia de incidencia política en los países económicamente desarrollados con democracias parlamentarias (véase, por ejemplo, Dos siglos de feminismo: Los ejemplos más significativos, los problemas más actuales…, 2017, de Cinzia Arrutza y Lidia Cirillo)… El impulso dado a la igualdad formal (legal) de género en la última mitad del siglo XX ha sido evidente (pensemos que hoy hace menos de noventa años del reconocimiento del voto femenino en España, el doble aún así que en países tan “desarrollados” como Suiza; o en que no hay ya partido político con aspiraciones parlamentarias reales que no incluya en sus estructura y programas referencias de algún tipo a la “promoción de la mujer”)… Y, sin embargo, un patriarcado material de fondo sigue provocando sangrantes desigualdades entre hombres y mujeres (desde las salariales o de ejercicio del poder hasta las de atención a las tareas domésticas o a las generaciones anteriores y posteriores, en general, a las tareas de cuidado, poco o nada remuneradas y con reconocimiento social débil e hipócrita)... 
Resultado de imagen de Chistes sobre violencia de géneroSin duda, por todo ello cuajaron aquellos lemas como #NosParamos, #WeStrike, «Si nuestras vidas no valen, produzcan sin nosotras», «Eso que llaman amor es trabajo, no pago», en la convocatoria de  un paro laboral, estudiantil, de cuidados y de consumo el 8 de Marzo de 1818 por una pléyade de grupos y activistas desde el feminismo organizado, que se dirigían universalmente tanto a mujeres asalariadas como no asalariadas, y de todas las orientaciones e identidades sexuales. El núcleo reivindicativo central era la apuesta por una sociedad libre de violencia machista, entendida ésta como la agresión (física o verbal) y el asesinato de mujeres por el mero hecho de serlo, pero también se incluían los derechos laborales de las mujeres precarizadas, la lucha contra la desigualdad salarial o contra el acoso sexual en el centro de trabajo;  y se hacía una denuncia pública de la pobreza, la violencia racial, la persecución a inmigrantes o los recortes en programas sociales y de salud que hacen este mundo y este tiempo más inhóspitos e insoportablemente injustos… Esas movilizaciones abarcaron a más de setenta países desde impulsos nacionales o locales y, en el marco  global, fueron articuladas por grandes coaliciones como la Internacional Feminista y Paro Internacional de Mujeres (International Women Strike), auspiciando asambleas preparatorias locales (en espacios públicos) de las marchas y diversas acciones en centenares de ciudades de todo el orbe, mientras el respaldo sindical era desigual y reticente (ante la propuesta de un paro específicamente femenino, para visibilizar nítidamente la relevancia del papel de la mujer tanto en el ámbito productivo como de los cuidados, con los hombres realizando un acompañamiento con asunción de las taréas laborales y de atención e incorporándose a otro tipo de acciones complementarias del paro), siendo, por ejemplo, en España los llamados “no mayoritarios” (CNT, CGT, CIG, CoBas y otros más o menos sectoriales) los que convocaron huelga general de veinticuatro horas en todos los centros de trabajo para dar cobertura legal a la convocatoria (los mayoritarios convocaron paros parciales y universales de dos horas por la mañana y dos horas por la tarde, caso de UGT y CCOO, o cuatro horas al mediodía, caso de USO;​ entre amenazas de la patronal por “secundar una huelga política” que no acabaron en los tribunales).
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Sin duda, por todo ello habían surgido controvertidos grupos de acción simbólica directa como Femen (Фемен en su origen ucraniano), fundado el 10 de abril de 2008 por la economista Anna Hutsol en Kiev como impulso hacia una «Nueva Ética»… Sus integrantes femeninas realizan acciones de protesta, casi siempre con el torso desnudo y escrito con lemas contra distintas formas de opresión (contra el turismo sexual, las instituciones religiosas, las agencias matrimoniales internacionales o, en general, el sexismo en sus manifestaciones locales o globales), en actos e instituciones que son la punta de lanza simbólica del patriarcado (como ha sucedido recientemente, el 20 de Noviembre de 2018 en la Plaza de Oriente de Madrid, en un acto de exaltación fascista, convocado por la Asociación para la Derogación de la Memoria Histórica, en el que las activistas de Femen fueron agredidas y toqueteadas por los “machos ultra” ante la mirada de la policía, hasta que a ésta le pareció que ya se estaban pasando y decidió intervenir para evitar males mayores). Con centenares de personas activas (incluyendo algunos hombres), han extendido sus protestas por todo el mundo, más allá de Kiev y de Ucrania a partir de la cración de una sede en Clichy-sous-Bois, cerca de París, y representaciones en países como AlemaniaSuizaPaíses BajosPoloniaSueciaBrasilCanadáEstados Unidos o Italia
Imagen relacionadaSin duda, por todo ello surgió de forma viral como hashtag en las redes sociales el movimiento #MeToo  (Yo también), tras la sucesión de denuncias en octubre de 2017 de las constantes agresiones y acosos sexuales perpetradas por el productor de cine y ejecutivo hollywoodiense Harvey Weinstein… La expresión, cuyo sentido venía siendo habitual en las intervenciones de la activista social Tarana Burke, se popularizó a partir de las intervenciones de la actriz Alyssa Milano animando a las mujeres de todo el mundo a tuitear sus experiencias de acoso para mostrar la perversa naturaleza y gran extensión de las conductas misóginas (¡más de medio millón de mujeres, muchas de ellas con notoria presencia pública, han usado ya dicho hashtag!). 
Resultado de imagen de Chistes sobre 50 sombras de GreyEn fin, ya que de cine hablamos, aunque el imaginario social (patriarcal) representado en nuestras pantallas, pongamos por caso, el por el Rhett Butler (incorporado por Carl Gable ante la Scarlett O’Hara interpretada por Viven Legh) de Lo que el viento se llevó (Victor Fleming, George Cukor, Sam Wood, 1939 –sobre la novela de Margaret Mitchell de 1937-) aparenta una evolución “liberalizadora”, que podríamos simbolizar en la Anastasia Steele (interpretada por Dakota Johnson, dispuesta a someterse en el cuarto rojo a la “magia dominadora y caprichosa” del Christian Grey interpretado por Jamie Dornan) de 50 sombras de Grey (Sam Taylor-Johnson, 2015 –con novela de E.L. Dames, 2011-), muy poco hay de nuevo, en realidad, en esta historia: recordemos, sin ir más allá, como en los años setenta del pasado siglo el refinamiento del imaginario patriarcal respondía al impulso de “alegre libertad femenina” (en el marco de una revolución sexual básicamente femenina y juvenil de la que autores como Wilhelm Reich ya venían hablando desde los años treinta –véase, por ejemplo, La lucha sexual de los jóenes, de 1932-), presente en movimientos contraculturales (v.gr., el hippie) y políticos (v.gr., Mayo del 68) con nuevos arquetipos de la racionalización para un “androcentrismo voluntariamente aceptado”, como  el del Mario incorporado Alain Cuny para aleccionar a Emmanuelle/Silvia Kristel en Emmanuelle (Just Jaeckin, 1974 –novela de Emmanuelle Arsan, 1959-), o el del Rene interpretado por Udo Kier para “ilustrar” a O/Corinne Cléry en Historia de O (Just Jaeckin, 1975 –novela de Dominique Aury como Pauline Réage, 1954-)… Y es que, ahora, en los tiempos de la universalización neoliberal y la precarización de la vida (véase, por ejemplo, Mujeres en la era global. Conta un patriarcado neoliberal, 2003, de Victoria Sendón de León) Christian Grey le dice a Anastasia Steele (y al mundo) “¡Sé libre!: ¡emancípate de las cadenas de las conquistas sexuales!”, del mismo modo que un gurú neocon gritaba desde una tribuna a las masas “¡Sed libres!: ¡emancipaos de las cadenas de las conquistas sociales!” en un chiste de El Roto. Perversión simbólica, en fin, nada inocente ni, por supuesto, liberadora, que trata de reintroducir la naturalización de la desigualdad de género, perdida ya la batalla en el campo epistemollógico/ontológico, por la vía del deseo y la voluntad en una mistificación del discurso de lo femenino que pide a las mujeres que, ante la imposibilidad ya de fundamentar científicamente su inferioridad y tendencia a la sumisión, lo hagan por la vía pascaliana de demostración subjetiva de la existencia de Dios, como una apuesta para vivir mejor, con mayor tranquilidad y en armonía con su propio deseo.
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Pero, ¿tiene algo que ver todo eso con el sentir y decir de las mujeres concretas y diversas?, ¿es toda fémina que no se muestre bien dispuesta a la sumisión gozosa y voluntaria alguien que inevitablemente siente y dice como varón, o sea, que participa de buena gana en el discurso y las prácticas de una suerte (o desgracia) de patriarcado transgenérico?.
Es imposible aceptarlo, y, por ello, lo verdaderamente necesario (y urgente) es una política genérica (compartida por mujeres y hombres) de “compensación de las desigualdades injustas”, capaz de reconstruir la sociedad y sus instituciones desde una perspectiva de mayor equidad social y más auténtica libertad sexual más basada en el encuentro (simétrico) de deseos que en el dominio (asimétrico) de voluntades…  ¿Puede admitirse, en fin, que, so pretexto de la libertad sin barreras, se promocione el dominio sexual de las voluntades como ámbito natural de expresión del deseo (incluyendo fenómenos de “violencia de clase”, como los vientres de alquiler)?... ¿Es, en algún sentido, compatible dicha concepción del “discurso de lo femenino” con el impulso material hacia la igualdad social entre los géneros aquí y ahora?.
Resultado de imagen de Chistes sobre violencia de géneroEstos interrogantes nos sitúan, sin duda, ante la urgencia de reconducir la mirada postmoderna de ese “todo vale” legitimador de los procesos de dominio/sumisión intergenéricos para dirigirla a los procesos dialécticos que median entre los suelos pringosos y los techos acristalados, porque ahí viven la inmensa mayoría de las mujeres del planeta (y de los hombres, claro), esas mujeres concretas y diversas, en lucha cotidiana contra tantas violencias físicas y psicológicas, frente a tantas cadenas reales y simbólicas que les impiden despegar. Y suya ha de ser la voz transformadora (tal como alienta, por ejemplo, el colectivo @CervantesFAQs FEM, surgido en Twitter en 2012 y que acaba de publicar en Noviembre de 2018 su primer libro: #Acción #Contradicción #Revolución).
Resultado de imagen de Banksy y la GiocondaEl discurso de la “mistificación voluntarista de lo femenino”, como adecuación del viejo patriarcado a una versión extendida y diversificada en "imaginarios colectivos del género" para tiempos de globalización de la precariedad vital y la negación de lo común, legitima, pues, lo que hay y apuesta por una falsificación de la historia y del presente desdibujando, tras el denso humo del "dominio masculino", cualquier posible aprovechamiento de la igualdad formal para avanzar en la lucha material contra la feminización de fenómenos sociales tan incuestionables como el aumento de la pobreza y la desigualdad socioeconómica (por vías como el paro, la precarización laboral, el trabajo no cualificado, el empleo asistencial, la discriminación salarial, ...).
Resultado de imagen de Banksy y la Gioconda¿Cómo combatir esto?... ¿Son suficientes o útiles medidas como la discriminación positiva o las políticas de cuotas para deslegitimar los imaginarios de dominio/sumisión patriarcales?. ¿Cómo dar pasos hacia una política de género (compartida por mujeres y hombres) que genere una sociedad y unas instituciones capaces de crear las condiciones de posibilidad de un desarrollo personal completo y satisfactorio para todo ser humano en el que todo tipo de relaciones intergenéricas se basen en un principio den encuentro de los deseos en un plano de igualdad?. Porque esa, a fin de cuentas, será la clave de una verdadera revolución ciudadana de los deseos y sus manifestaciones en una sociedad verdaderamente inclusiva más allá de voluntarismos y opresiones en el ser de la mujer (y del hombre). Una revolución que será con (y desde) las mujeres concretas y diversas, realmente existentes… O no será.
Resultado de imagen de Banksy y la GiocondaTodo ello será introducido en sus aspectos conceptuales y problemáticos básicos por el propio coordinador del Foro, José Ignacio Fernández del Castro, para abrir paso a las aportaciones de la ponente invitada, Nieves Fernández González (que fuera, hasta fechas recientes, profesora del Departamento de Filosofía y directora del IES “El Piles” de Gijón, cofundadora y expresidenta de la Tertulia Feminista “Les Comadres”, especialmente preocupada por la hermenéutica feminista y la coeducación, como se puede apreciar en artículos -en revistas especializadas como Círculo Hermenéutico- y libros -como Unidades Coeducativas, 2003, del que es coautora, o Sobre discípulas, estudiantes y damiselas. Lo que algunos filósofos filosofaron, 2011-)…  Como siempre, se facilitará a las personas participantes documentación sobre el tema abordado (incluyendo el guión de la sesión, recomendaciones bibliográficas y cinematográficas, informaciones de interés, chistes, etc.), en un dossier elaborado por el coordinador del Foro.
Resultado de imagen de día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujerTras sus intervenciones (e, incluso, durante las mismas) habrá un debate general entre todas las personas presentes. La sesión, celebrada en relación con el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer (25 de Noviembre),  tendrá lugar en el Aula 3 (Segunda Planta), con asistencia libre.