«¡El Mundo es Ansí!. Es verdad. Todo es dureza, todo crueldad, todo egoísmo. ¡En la vida de la persona menos cruel, cuánta injusticia, cuánta ingratitud!… El mundo es ansí.»
(Pío BAROJA Y NESSI; San Sebastián, 28 de diciembre de 1872 – Madrid, 30 de octubre de 195.
El Mundo es ansí, 1912.)
Desorientados en una sociedad sin justicia ni solidaridad, en la que quienes tienen la fuerza del dinero imponen su ley y quienes dicen ostentar la representación del pueblo se lo facilitan, tenemos con demasiada frecuencia la tentación de conformarnos con comentar, en un susurro sumiso, que “¡el mundo es ansí!”...
Y es que el mundo nos pincha todos los días y no sangramos, nos azota en cada instante y no gritamos, nos veja sin interrupción y no levantamos siquiera la cabeza, nos aliena sin descanso y casi se lo agradecemos...
Cualquier cosa para evitar tener que pensar, porque en el fondo sabemos que, si pensamos, tendremos que actuar, que responder, que disentir, que resistir.
Porque, a lo mejor, aunque, en efecto, el egoísmo y la ingratitud, la dureza y la crueldad, proliferan por doquier, porque, al fin y al cabo, “el mundo es ansí”, podría no serlo. Pero para eso, para que no lo fuera, habría que convencer a la mayoría para ponerse, colectivamente, manos a la obra.
Nacho Fernández del Castro, 16 de Marzo de 2012
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