El Centro
Municipal Integrado de El Llano (c/ Río de Oro, 37- Gijón)
desarrollará el Martes, 24 de Marzo del 2015, a las 19’30 horas, la sesión mensual del Foro Filosófico Popular “Pensando aquí y
ahora” para dar continuidad a su programación del Primer Semestre de 2015 abordando el
tema «La Filosofía ante los
horizontes de las mujeres concretas aquí y ahora: ¿Revolución ciudadana en
femenino plural?»... La
sesión se
plantea como reflexión general y concreta, partiendo de las evidentes
inercias de la sociedad patriarcal
(con sus mecanismos específicos de
opresión/sumisión y los instrumentos
de legitimación inherentes tanto en el plano del conocimiento teórico –como
el psicoanálisis- como en el de la práctica social –como el hipócrita
mantenimiento de la discriminación
salarial-) para ver el tipo de cosmovisiones
que deriva y las prácticas de violencia
(real y simbólica) en las que se plasma en el ámbito de lo doméstico sobre mujeres (y otros colectivos “vulnerabilizados”
como infantes y personas ancianas)…. Y todo ello pese al hecho incuestionable de
que el movimiento feminista (acaso de
modo sólo comparable con el ecologista)
ha sido, sin duda, el que mayores logros ha conseguido en materia de incidencia política en los países económicamente desarrollados con democracias burguesas… El impulso dado a
la igualdad formal (legal) de género
en la última mitad del siglo XX ha sido impresionante (pensemos que hoy hace
tan sólo el 84 años del reconocimiento del voto femenino en España, el doble
aún así que en países tan “desarrollados” como Suiza), no hay ya partido
político con aspiraciones parlamentarias reales que no incluya en sus
estructura y programas referencias a la promoción de la mujer… Y, sin embargo,
un patriarcado material de fondo
sigue provocando sangrantes desigualdades entre hombres y mujeres (desde las
salariales o de ejercicio del poder hasta las de atención a las tareas
domésticas o a las generaciones anteriores y posteriores).
A veces, todo parece que se resume en la teoría
del techo de cristal, esa barrera invisible (porque nunca se
explicita socialmente) que hace que las mujeres no puedan alcanzar los puestos
más altos en las instituciones y las empresas (hecho estadísticamente
incuestionable)… Pero esta metáfora no es inocente ni, en sí misma, liberadora, porque pone su énfasis en el
“ascenso” de las menguadas élites
diluyendo la atención sobre la situación de la base laboral mayoritaria (para
decirlo sin tapujos, parece que el problema de la desigualdad de género es más una cuestión de altas gestoras que de
cajeras), porque su preocupación por “el techo” deja en sombras la
habitabilidad de la estructura (es decir, hasta qué punto es posible un
desarrollo humano en las funciones más generales), y porque sitúa la “ruptura del techo de cristal” como un
reto específicamente “de género” más allá del cuestionamiento de los propios
modelos organizativos o estilos de liderazgo fuertemente patriarcales (que
también sitúan barreras invisibles ante los varones que no ejercen de macho alfa)... Por todo ello, parece que lo verdaderamente necesario (y
urgente) es una política genérica
(compartida por mujeres y hombres) de “compensación
de las desigualdades injustas”, capaz de reconstruir la sociedad y sus
instituciones desde una perspectiva de mayor equidad social, donde, en último extremo, el género acabe resultando irrelevante para las condiciones de posibilidad de un desarrollo personal completo y satisfactorio. Y para la resonancia
social de la voz y el eco, porque ese llamado techo de cristal parece, con frecuencia, más que una barrera física
que frene el ascenso de las mujeres en las estructuras de poder, una membrana
que impide la difusión del sentir y decir de las mujeres concretas y diversas,
de tal manera que sólo logra traspasala aquella fémina dispuesta a sentir y
decir como varón, o sea, a participar de buena gana en el discurso y las prácticas patriarcales.
¿Puede, entonces, admitirse que, so pretexto de la
dichosa crisis/estafa, se haya
impuesto de facto un “aparcamiento” sine die de este tipo de preocupaciones
y de las respuestas políticas más coherentes a las mismas?... ¿Cómo avanzar,
pues, materialmente hacia la igualdad aquí y ahora?.
Y es q ue,
acaso, debamos reconducir la mirada
postmoderna a la preocupación por lo que pasa en los suelos y por los
propios procesos dialécticos que median entre suelo y techo y, a partir de ahí,
constatar la presencia de un "suelo
pringoso" como descripción más adecuada a la realidad que viven la
inmensa mayoría de las mujeres del planeta, esas mujeres concretas y diversas,
impidiéndoles (con cadenas reales y simbólicas) despegar.
Se trata, ni más ni menos, una vez más, de las
citadas inercias del viejo patriarcado, directo y dolorosamente real, en
un nuevo patriarcado extendido y diversificado en formas simbólicas
(sobre todo en el mundo rico) para ejercer un férreo control de lo que,
siguiendo a Castoriadis, podríamos llamar "imaginarios
colectivos del género" (entre los cuales destacarían torticeros discursos psicosociales legitimadores de lo
que hay y los propios instrumentos
para el desarrollo de una igualdad meramente formal y la conversión de ese desarrollo en el final del
trayecto de la lucha por la igualdad). Esta situación, por una parte, se
sirve de una falsificación de la historia
y del presente (desdibujando, tras el denso humo del "genio masculino" tantas "mujeres que pintan mucho" hoy como ayer) y, por otra, da carta de naturaleza, como desaprovechamiento de la igualdad formal
ofrecida, a la incontestable realidad
social de fenómenos como la "feminización de la pobreza" (o
del paro, o de la precarización laboral, o del trabajo no
cualificado, o del empleo asistencial, o de la discriminación
salarial, ...) que ponen de manifiesto la vigencia de ese "suelo
pringoso (y selectivo)" que impide despegar personal y socialmente a la
inmensa mayoría de las mujeres.
¿Cómo combatir esto?... ¿Son suficientes o útiles
medidas como la discriminación positiva
o las políticas de cuotas?. ¿Cómo dar
pasos hacia una política genérica (compartida por mujeres y hombres) que genere
una sociedad y unas instituciones capaces de crear las condiciones de posibilidad de un desarrollo personal completo y satisfactorio para todo ser humano?.
Porque esa, a fin de cuentas, será la clave de una verdadera revolución ciudadana que será con las mujeres… O no será.
Este planteamiento, que en sus marcos conceptuales
básicos será presentado por el coordinador del Foro Filosófico (José
Ignacio Fernández del Castro), llevará necesariamente al
cuestionamiento de la permanencia de esta situación en el mundo globalizado: ¿sómo podemos mantener siquiera el significado
universal del concepto de “humanidad”
cuando una mitad de la población planetaria, por el hecho de ser mujeres, tiene
ante sí la amenaza de formas de explotación y exclusión específicas y, en
cualquier caso, un alto porcentaje de posibilidades de ser considerada como
parte de una suerte (más bien desgracia) de ciudadanía
de segunda clase?... Y abrirá paso a las aportaciones de la ponente
invitada, Nieves Fernández González (Profesora del Departamento de Filosofía y exdirectora del IES “El Piles” de Gijón, cofundadora y
expresidenta de la Tertulia Feminista “Les Comadres”, que está especialmente
preocupada por la hermenéutica feminista
y la coeducación, como se puede
apreciar en artículos y libros como Sobre discípulas, estudiantes y damiselas:
Lo que algunos filósofos filosofaron, 2011, o Unidades Coeducativas, 2003,
del que es coautora), que también ensayará una crítica de algunas
concepciones freudianas (y postfreudianas) legitimadoras del patriarcado.
Como siempre, se facilitará a las personas
participantes documentación sobre el tema abordado (incluyendo el guión de la
sesión, recomendaciones bibliográficas y cinematográficas, e informaciones de
interés), en un dossier elaborado por el coordinador del Foro.
Tras sus intervenciones e, incluso, durante las
mismas, habrá un debate general entre todas las personas presentes (recordamos
que, en relación con este Foro se ha proyectado ya, el lunes, 16 de Marzo, en
el Cine-Forum “Imágenes para pensar”,
la película Nueve vidas, 2005, de Rodrigo García).
La sesión tendrá lugar en el Aula 3 (Segunda Planta), con asistencia libre.
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