El Centro
Municipal Integrado de El Llano (c/ Río de Oro, 37- Gijón)
desarrollará el Martes, 26 de Mayo del 2015, a las 19’30 horas, la sesión mensual del Foro Filosófico Popular “Pensando aquí y
ahora” para dar continuidad a su programación del Primer Semestre de 2015 abordando el
tema «La Filosofía ante la eterna
cuarentena de Árica aquí y ahora: De vallas y muros ante la enfermedad y la
pobreza»... La sesión se plantea como reflexión general y
concreta que, partiendo del hecho (puesto una vez más de manifiesto por la
reciente “crisis del Ébola”) de que un continente entero (África, con sus países “económicamente
subdesarrollados y desarrollantes” fruto del del viejo colonialismo político y del
neocolonialismo económico, el Sur del
Sur) padece enfermedades infecciosas (que frecuentemente adquieren
proporciones de epidemia) sin la
posibilidad de acceder a medicamentos que están al alcance e la mano para la
minoría privilegiada del mundo rico (el llamado Norte o, más propiamente,
los países “económicamente desarrollados
y subdesarrollantes”)… Pero, además, la inmensa mayoría de la población
africana se ve envuelta en guerras y
revueltas postcoloniales que, desde las ufanas y viejas metrópolis colonizadoras europeas, se
califican, eludiendo toda responsabilidad en el asunto (y extendiendo un manto
de silencio mediático en cuanto los
conflictos se enquistan), de “tribales”; la inmensa mayoría de la población
africana ve los recursos naturales
que siempre han posibilitado su supervivencia (mediante la agricultura, la
pesca, la caza, o la minería,...) diezmados por la explotación del neocolonialismo económico (hasta el
punto, por ejemplo, de situar la extracción del coltán, indispensable para todos nuestros soportes tecnológicos de
comunicación, en un territorio sumido en un conflicto de guerrillas diversas al
servicio de las multinacionales tecnológicas y fuera del control del gobierno
de la República Democrática del Congo, a la que pertenece) o inmovilizados por
las políticas proteccionistas del Norte (sobre todo en materia agraria); la
inmensa mayoría de la población africana sufre la opresión y la represión de
gobiernos corruptos que actúan como más o menos dóciles testaferros de las
viejas (o nuevas, como China) potencias
coloniales; la inmensa mayoría de la población africana malvive (y malmuere prematuramente) en Estados
malogrados, fruto del abandono vergonzante y vergonzoso de los viejos
colonizadores...
¿Cómo
podemos mantener siquiera el significado del concepto de “humanidad” en esta situación?... ¿Cómo podemos (como pueden las
instituciones internacionales, los países poderosos, etc.) aceptar la inercia
de esta “condena sin causa” que pesa
sobre los más (que incluye también a
pueblos y países latinoamericanos o asiáticos, y a nuevos colectivos miserabilizados, el cuarto
mundo, en el propio Norte) a
costa de la ufana opulencia de los menos?...
¿Cómo puede tolerarse que los intereses económicos de las multinacionales
farmacéuticas apuesten en serio por la investigación sólo con respecto a
aquellas enfermedades que también se extienden al “mundo rico” (incluyendo,
sobre todo, las que se derivan, como proyección psicosomática, de la propia “violencia estructural del sistema de
explotación y consumo”), aplazando y minorando siempre los esfuerzos frente
a las enfermedades erradicadas de los contextos socioeconómicos desarrollados
(como la tuberculosis o la malaria)?... ¿Cómo pueden supuestos “líderes espirituales”
invocar principios supramundanos para sostener la negativa a medidas
profilácticas y de salud pública elementales en la lucha contra alguna de esas
enfermedades?... ?... ¿Cómo seguir
impasibles ante el sacrificio de un continente en una continua y violenta
explotación de recursos naturales de los que acabamos por disfrutar nosotros
(como el coltán de nuestros móviles)
a un precio tan bajo en lo económico como alto en sangre, en lo político, en lo
moral...?... ¿Cómo puede aceptarse la configuración de África, en definitiva,
como un continente en eterna cuarentena
ante los muros, cada vez más altos y m´s hirientes con sus cortantes concertinas,
del Norte (en Mayo de 2014 el
ultraderechista Jean-Marie Le Pen, poniendo voz a muchos pensamientos “proteccionistas”,
decía en un mitin del Frente Nacional en Marsella que “el Señor Ébola podía solucionar el problema de la inmigración en tres
meses”)?.
Porque,
pese a todo y digámoslo ya alto y claro, esa condición de continente en eterna cuarentena se ve acrecentada por la codicia de
los grandes poderes económicos
transnacionales prestos al expolio de
recursos naturales (desde el oro y los diamantes al moderno coltán, pasando
por el petróleo, el gas, los fosfatos o las patentes sobre el patrimonio genético
vegetal y animal o cualquier otro recurso mercantilizable),
y por las necesidades demográficas de mano de obra joven fuerte y barata de las
sociedades económicamente desarrolladas
(incluyendo también especialistas –médicos, por ejemplo- formados a costa de
los propios Estados africanos)... África es, en realidad, la gran reserva
natural y humana del planeta y, origen de la propia especie, se ve así
doblemente miserabilizada en el postcolonialismo, al sumar a los siglos
de sometimiento colonial la privación
ominosa de sus riquezas naturales
y de sus mejores manos y cerebros… Así
que la convierten en una especie de “continente suburbial” (una especie de
Soweto dejado de la mano de las instituciones públicas sudafricanas, como
muestra Tsotsi –Gavin Hood, 2005-) situado ante el imaginario del sueño europeo (como los jóvenes breakdancers tunecinos de la película Making
of, le dernier
film –Nouri Bouzid, 2006-) en un experimento de aculturación masiva de que los países (viejos y nuevos) ricos y las
grandes corporaciones transnacionales
extraen esos recursos con el menor coste posible, aplicando ante los
conflictivos hechos apuntados la simple política
de “mirar para otro lado”... Aunque las frustraciones, personales y
colectivas, que provocan deriven repliegues
identitarios con frecuencia atávicos (con prácticas más o menos fundamentalistas que pueden llevar a la violencia terrorista).
Pero todo este plateamiento, evidentemente,
no puede quedarse en su forma de lánguida queja; debe proyectarse en el
análisis crítico de los grandes discursos del “pragmatismo bienintencionado”, especialmente los ocho Objetivos del Milenio auspiciados por
Naciones Unidas (y relegados por la dichosa crisis/estafa
que los náufragos de la tierra han
de pagar doblemente), y la evolución de las políticas y prácticas derivadas,
para tratar de pergeñar las líneas de
fuerza (ideas, políticas, acciones colectivas y comportamientos
individuales) más coherentes con la necesaria y urgente apuesta por la
integración de África en una verdadera ciudadanía
planetaria. Porque, a fin de cuentas, no podemos aceptar, como parte de la Humanidad,
que, mediante tanto expolio, se aísle y niegue el mañana a todo un
continente.
Estas
observaciones, en sus marcos
conceptuales básicos y en su desarrollo problemático, serán
presentadas por el coordinador del Foro Filosófico (José Ignacio Fernández del
Castro), que, como siempre, facilitará a las personas participantes
documentación sobre el tema abordado (incluyendo el guión de la sesión,
recomendaciones bibliográficas y cinematográficas, e informaciones de interés),
en un dossier… También podrían participar personas vinculadas a movimientos de
cooperación con perspectivas convergentes con dichos planteamiento, como la Organización No Gubernamental para el
Desarrollo LATE Asturias (Los Amigos de Thionck Essyl),
que trasladarían su punto de vista sobre el tema a partir de las vivencias de
otras realidades africanas como la de la comunidad rural que les da nombre,
situada en el suroeste de Senegal (en el Distrito de Tendouck, del Departamento
de Bignona en la región de Ziguinchor).
Tras su intervención e, incluso, durante la misma,
habrá un debate general entre todas las personas presentes (recordamos que, en
relación con este Foro se ha proyectado ya, el miércoles, 20 de Mayo, en el Cine-Forum “Imágenes para pensar”, la
película Making of, la última película, 2006, de Nouri
Bouzid). La sesión tendrá lugar en el
Aula 3 (Segunda Planta), con
asistencia libre.
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