El
Centro Municipal Integrado de El
Llano (c/ Río de Oro, 37- Gijón) desarrollará el Martes, 30 de
Mayo del 2017, a las 19’30 horas,
la sesión mensual del
Foro Filosófico Popular “Pensando aquí y ahora” para continuar
su programación del Primer Semestre de
2017 abordando el tema «La Filosofía ante el reto de la diversidad cultural aquí y
ahora: ¿Diálogo para el desarrollo o soliloquio para la exclusión?»...
La sesión se plantea como reflexión
general y concreta sobre el propio sentido de la tolerancia ante la diversidad en este tiempo y este mundo donde las
bases ética y étnicamente plurinacionales
que dieron lugar a la constitución, moral y política, de los Estados modernos, hace poco más de dos
siglos, se van viendo desbordadas por la polietnicidad
derivada de sus prácticas colonialistas
a lo largo del siglo XIX que hoy derivan en la generalización en el mundo económicamente desarrollado (y
subdesarrollante) de las antiguas metrópolis,
el llamado Norte, de flujos migratorios económicos y bélico-políticos
masivos procedentes del mundo
económicamente subdesarrollado (y desarrollante) de las viejas colonias, los países del llamado Sur… Se configura así una suerte de multiculturalismo por superposición, que
se añade al conflicto cultural propio
de las sociedades complejas (con
fenómenos contraculturales que
rechazan y dinamizan la cultura dominante;
con subculturas, como la rural, la femenina o la de las
opciones sexuales minoritarias, que tratan de resistir y modificar el
carácter urbano, masculino y heterosexual
de la cultura hegemónica;…).
Paralelamente, cada yo que forma
parte de la ciudadanía de estas
sociedades se torna múltiple tanto en
sus identidades dadas (género, etnia,
clase social,…) como en las de adscripción
voluntaria (relaciones sociales, religión, ideología, consumo,…), de tal
suerte que sus manifestaciones
identitarias (y su gestión de la alteridad)
podrán ser muy diversas en el devenir
del tiempo según la situación, el contexto de relaciones o el propio ánimo
subjetivo… Vivimos, pues, un lugar y una hora donde las principales
percepciones, actitudes y comportamientos ante “los otros” no pueden ya conformarse con una tolerancia discursiva al servicio de una gestión interesada y/o
comercial del “juego de las alteridades” bajo las presiones homegeneizadoras del ser
y el estar en nuestro mundo (que, por
ejemplo, tratan de reducirlas a “identidades de consumo” o de
integrarlas/someterlas a los discursos y prácticas de la tolerancia cero que, en realidad, sirven para legitimar el
incremento del control social sobre
mentes y cuerpos bajo distintas formas y grados de demonización y criminalización
–véase, por ejemplo, Tolerancia Cero: Estrategias y prácticas de la sociedad de control,
2000, de Alessandro de Giorgi, o, en un plano más actualizado y local, In-tolerancia
Cero: Un mundo con menos normas y sanciones también sería posible y quizás nos
gustaría más, 2009, de Santiago Redondo Illescas). Y, por ello, debemos
someter a crítica los propios procesos de construcción
formal (normativa) de la tolerancia en nuestras sociedades, en cuanto se
ven presididos, con demasiada frecuencia y tanto a nivel material como simbólico, por
una concepción meramente mecánica (tolerancia
como “desviación funcionalmente admisible de la norma”) al servicio de los intereses hegemónicos del mercado (como
se ve nítidamente, por ejemplo, en propuestas viejas y nuevas ante la
inmigración pluriétnica, como el llamado “contrato
de integración”)… Sólo así podremos contribuir al debate y la reflexión compartida
sobre la moralidad y viabilidad humana de las consecuencias políticas y sociales de
esas orientaciones y prácticas (más allá del mero cálculo económico: “sólo el
necio confunde valor y precio” diría Antonio Machado), intentando alumbrar
algunas vías de resistencia material posible ante la sinrazón perpetuadora de
esa cada día más visible e insoportable injusticia
excluyente (que, por ende, es el caldo de cultivo más propicio para el
odio, la violencia y el terror, como, por desgracia, se demuestra cada día).
Todo ello ha de permitirnos tanto comprender
(y denunciar) los peligros que acechan tras ese tipo de discursos y prácticas relativos
a la gestión instrumental de la
alteridad, como debatir de forma radical (yendo a las raíces) el papel del reconocimiento del otro en la
problemática reconstrucción política de un verdadero pluralismo sociocultural. La evolución histórica de los fenómenos migratorios y cuantos han
contribuido y contribuyen a la configuración de una realidad multicultural, de la percepción
de los mismos y de sus reflejos en el tratamiento por el discurso de lo políticamente correcto (tan presente en la
concepción, guías y manuales de la educación
en valores o la Educación para la Ciudadanía, convertidas hoy, Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa –LOMCE- por
medio, en una educación para la cultura
emprendedora que introducirá/reforzará en las enseñanzas medias materias
como "Iniciación a la actividad
emprendedora y empresarial", "Economía", "Tecnologías de la
Información y la Comunicación", "Economía de la empresa",
"Fundamentos de administración y gestión", insertándose incluso
en otras materias mediante objetivos
o criterios de evaluación como, por ejemplo, el de "comprender y apreciar la función axiológica de la Ética para
establecer un sistema de valores que permita mejorar el clima laboral,
comprendiendo que los valores éticos son clave para lograr el equilibrio entre
innovación, sostenibilidad y competitividad", para la Filosofía
de Primero de Bachillerato)… O sea que nuestra perspectiva crítica
ante las formas, teóricas y prácticas, de afrontar la diversidad, como hecho, para buscar el pluralismo, como objetivo, ha de cuestionar también la supuesta
necesidad de una (re)educación en valores
(abstractos) de tolerancia o solidaridad, en tanto que su enfoque se
encuentra firmemente asentado en las necesidades
estructurales (demanda creciente, para empleos residuales de baja
cualificación, de mano de obra precarizable
y sumisa) del sistema de desarrollo
económico neoliberal, que, por ejemplo, pasa del concepto “Europa
fortaleza” a replantearse una “gestión de los flujos migratorios” no, desde
luego, al debate sobre el reconocimiento universal de la libertad de tránsito y
asentamiento de las personas, sino como respuesta instrumental ante las
necesidades acuciantes de personal (precariamente) dedicado al trabajo de
fuerza o a la atención a distintas formas de dependencia para compensar sus bajos
índices de natalidad y el acelerado envejecimiento de su población… Hechos que
cierran tristemente el círculo (muy vicioso), de nuevas necesidades de mano de
obra para trabajos asistenciales “de bajo estatus” en el mundo rico…
¿Cabe
pues, aquí y ahora, en estas sociedades
“desarrolladas”, el ensayo de soluciones
simples (como el mero filtrado u obstaculización de los “flujos de la
desesperación” que ahora practica la, otrora acogedora y hoy descompuesta,
Europa con quienes huyen del hambre o del terror cotidianos) como la mera exclusión
o la expulsión selectiva manu militari,
para los conflictos derivados de la
construcción histórica de colectividades complejas?... La tentación
excluyente en este mundo globalizado
e interconectado por y para el
interés de sus amos, más allá de la exitosa propaganda neoliberal que tiñe el imaginario dominante, parece vana y
absurda, pues, entre otras cosas, exigirá el continuo reforzamiento de esa manu militari (a la vez que se levantan
muros cada vez más altos con “concertinas” cada vez más hirientes para los
cuerpos desvalidos y los valores de la humanidad toda) que, ante la radical injusticia en el reparto mundial de
la riqueza, resista por la fuerza la presión de los más desfavorecidos… ¿Es,
tal vez, la respuesta más adecuada aquella que, partiendo del (re)conocimiento del otro, busca la
realización material de las condiciones
objetivas para el desbordamiento de la alteridad en un pluralismo complejo capaz de entender
y posibilitar la convivencia a partir del propio conflicto inherente?... Y,
¿cómo hacerlo?.
Este planteamiento será
introducido, en sus aspectos conceptuales básicos, por el propio coordinador
del Foro, José Ignacio Fernández del Castro, y desarrollado en su
núcleo central por Patricia SERNA MENA, periodista de origen
bilbaíno que desarrolló la mayor parte de su vida laboral en Asturias y reside
ahora habitualmente en Brasil (se licenció, 1987-1991, en la Universidad del País Vasco; titulándose,
2000-2002, como Experta en Comunicación Institucional
y Empresarial en la Universidad
Complutense de Madrid; como periodista fue corresponsal, 1997-2002, de Canal 21/Retevisión, así como Directora
de Producción y mítica presentadora del programa “La Buena Tarde” de la Radio
del Principado de Asturias-RPA; también ha formado parte del Gabinete de Prensa,
1998-2000, de los Encuentros
Internacionales de Juventud de Cabueñes, ha sido Responsable de
Comunicación, 1996-2001, de Medicus Mundi
Asturias; o asesora de comunicación, 2001-2008, del Ayuntamiento de Oviedo, entre otras responsabilidades), habiendo publicado recientemente la colección de
relatos de ficción Colaterales (Septem, 2015) y recibido reconocimientos como el Premio Alcor de Periodismo.
Como siempre, se
facilitará a las personas participantes un dossier elaborado por el
propio coordinador del Foro con documentación sobre el tema abordado
(incluyendo el guión de la sesión, recomendaciones bibliográficas y
cinematográficas, e informaciones de interés). Tras las intervenciones (e,
incluso, durante las mismas) habrá un debate general entre todas las personas
presentes.
La sesión, que se organiza en relación con el Día Internacional
de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo (21 de
Mayo) y para cuya preparación se
ha proyectado, el 24 de Mayo, la película El
señor Ibrahim y las flores del Corán (François Dupeyron, 2003), tendrá lugar en el Aula 3 (Segunda Planta) con asistencia libre.
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