domingo, 28 de abril de 2013

Pensamiento del Día, 27-4-2013



«Como moneda de mala ley que con el uso y roce se ennegrece, así el hombre es por fin apreciado en lo que vale...»
 (ESQUILO; Eleusis, Ática, 525 a.N.E. – Gela, Sicilia, 456 a.N.E.. Agamenón, primera obra de la Orestíada, hacia el 458 a.N.E..)
Ya lo intuía el viejo Esquilo... Los seres humanos no tenemos para el poder, para eso que llamamos confusamente “el sistema”, más valor que esas monedas ennegrecidas por el paso de mano en mano. Es decir, un valor meramente instrumental, para el logro de algo material, que se ve, además, urgido por el deseo de librarse rápidamente de ellas.
Así lo veía el ministro japonés, de ¡72 años!, que clamaba contra lo insolidario con la población activa que resulta la aumento la longevidad... Es decir, hablando en plata, el poder, el sistema, no puede soportar (ni tolerar) esas “monedas ennegrecidas” que consumen ingentes cantidades de recursos públicos (en salud, pensiones o dependencia) y aportan tan sólo un menguado valor como consumidores privados...
O sea, que hay que avanzar rápido en la tendencia a hacer coincidir la edad de jubilación con la de deceso, al menos en aquellos casos que no han logrado adquirir una altísima capacidad de consumo que estimule los mercados.
Sobren monedas ennegrecidas y hacen falta billetes nuevos... Lo contrario ni el capitalismo se lo puede permitir ni el neoliberalismo fundamentar.
Nacho Fernández del Castro, 27 de Abril de 2013

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