«La incapacidad permanente de
pensar lo que es histórico se traduce en la impotencia que consiste en no hacer
otra cosa que aplicar una y otra vez la misma abstracción a realidades que
cambian constantemente.»
(Cornelius CASTORIADIS; Estambul, Imperio Otomano, 11 de
marzo de 1922 - París, Francia,
26 de diciembre de 1997. Les Carrefours
du laberynthe 2. Domaines de l’homme
-Las encrucijadas del
laberinto II. Los dominios del hombre-, 1986 -1988
para la edición en castellano-.)
Hoy es el
último instante del pasado y el primero
del futuro... Y la humanidad, ese
agregado tan diverso, difuso y desigual por mucho que se hable de un mundo globalizado, no puede permitirse
el lujo de olvidar su ayer, como no
puede cometer el dislate de vivir como si
no hubiera un mañana.
Uno de los grandes problemas del presente
es, precisamente, la apatía ante la memoria
histórica, la inutilidad adquirida
para pensar lo anterior como histórico, con ideas e instituciones que
fueron útiles o pertinentes para las condiciones
materiales de la vida de una sociedad y un tiempo concretos...
Y esa inutilidad adquirida nos condena,
precisamente, a intentar de continuo aplicar ideas rotas, políticas ajadas
e instituciones marchitas a las situaciones de un mundo que cambia
aceleradamente.
Sin memoria
estamos condenados a repetirnos... Y,
desde la nostalgia, no cabe voluntad de un mañana mejor.
Nacho Fernández del Castro,
20 de Septiembre de 2013
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