«Pensamientos de hierro navegan al
atardecer en barcos de hierro;
Se
mueven silenciosos como luces lejanas mientras doce canoas
Se
sumergen en su ancla cuando el ferry escupe
Y
gira como una esfera, en los remolinos de la marea,
Su
kikirikí medio ahogado por pipas cegadas
Y
emplumadas de humo. El barco pasa. Los cúters
Se
alejan. Huelga de campanas. El ferry eructa
Una
última frase blanca; y los labios humanos
Una
última negra, cargada con la bienvenida de
La
pérdida. Pensamientos dejan la ciudad implacable;
Aunque
los propios barcos sean de hierro y no tengan piedad:
Mientras
los hombres tienen corazones y costados que sufren y se oxidan.
Pensamientos
de hierro zarpan de ciudades de hierro en el polvo,
Aunque
suaves como palomas, los pensamientos vuelen de vuelta a casa.»
(Malcolm LOWRY; New Brighton,
Merseyside, Inglaterra, 28 de julio de 1909 -
Ripe, East Sussex, 26 de junio de
1957. “Ciudades
de hierro” en Poemas, 1962.)
La hacendosa herencia de las dos grandes revoluciones industriales, culmen de la modernidad, se torna símbolo en el
hierro y el carbón... Metales nada nobles que tiznan la piel de tantos seres
humanos con su polvo rojo y negro, que arrastran a tantos seres humanos sobre
las olas en partidas o retornos nunca del todo deseados, que marcan sus ciudades
con los penachos de humo de esas chimeneas que ahogan cuando funcionan y
asfixian cuando se paran.
El
hierro es el gran símbolo de la gran industria y la primera víctima de la debacle post (postmoderna, postindustrial, posthistórica)... Cuando el pensamiento era fuerte, férreo también, quedaban algunas seguridades a las que asirnos, algunas solidaridades en las que apoyarnos, algunas esperanzas con las que orientarnos. Pero ahora, casi vacíos en esa
proliferación de pensamiento fragmentario
y débil nos encontramos, casi inertes, ante la voluntad (egoísta) del propio beneficio que alienta un mundo hecho
para la ley del más fuerte... ¿Hasta
cuándo podremos aceptar sumisamente pensar,
sentir, vivir sin hierro?.
Nacho Fernández del Castro, 2 de Mayo de 2012
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