sábado, 27 de octubre de 2018

EL CENTRO MUNICIPAL INTEGRADO DEL LLANO CONTINÚA LA PROGRAMACIÓN DEL TERCER CUATRIMESTRE DE 2018 DEL FORO DE FILOSOFÍA POPULAR (30 DE OCTUBRE) CON UNA REFLEXIÓN SOBRE LA FILOSOFÍA ANTE NUESTRAS REPRESENTACIONES AQUÍ Y AHORA (SOBRE LAS IMÁGENES Y SONIDOS QUE NOS DICEN QUIÉNES SOMOS)


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El Martes, 30 de Octubre de 2018, a las 19’30 horas,  en el Centro Municipal Integrado de El Llano (c/ Río de Oro, 37- Gijón), se desarrollará la sesión mensual del Foro Filosófico Popular “Pensando aquí y ahora” en la que se abordará el tema«La filosofía ante nuestras representaciones aquí y ahora: Sobre las imágenes y sonidos que nos dicen quiénes somos». 
Imagen relacionadaLa sesión se plantea como reflexión general y concreta sobre los efectos reales de las llamadas nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en los modos de construcción, producción y distribución audiovisual, en tanto ésta configura en buena medida los imaginarios colectivos que, borrosos en sus límites y contenidos concretos, determinan con precisión nuestras actitudes ante y comportamientos en el mundo... En otro lugar (La construcción del Imaginario del Sur en el Norte, 1999, de María Aquilina Fueyo Gutiérrez y José Ignacio Fernández del Castro) precísábamos, a propósito de esa idea y siguiendo a Cornelius Castoriadis (La Institución imaginaria de la sociedad. I: Marxismo y teoría revolucioanria. II: El imaginario social y la institución,  1975; con edición en castellano respectivamente de 1983 y 1989) que “el concepto de imaginario permite una incorporación crítica de planteamientos éticos emancipadores capaces de desbordar concepciones perceptivas parciales y reduccionistas (el psicologicismo del concepto de estereotipo, el sociologicismo del concepto de normalización, el etnologicismo del concepto de aculturación, el biologicismo del concepto de fenotipo, como claves explicativas de la «percepción del otro»). Así se configuraría como un complejo superestructural  (derivado de relaciones de dominio económico básicas) difuso que, desde su conglomerado icónico, proyecta un «saber acrítico sobre el mundo» entreverado de supuestos metafísicos, cosmolatrías y pseudoideologías que acaban por manifestarse normativamente en una moral hegemónica y en sumisas tendencias de comportamiento gregario. (...) Por todo ello, el imaginario social se constituye como una percepción compleja más determinante de las ideas y pensamientos colectivos («pensamiento único», políticas neoliberales de ajuste estructural, individualismo relativista) que determinada, pues, en su seno se reproducen los conflictos derivados del «conflicto vital» característico de la «sociedad real»”… Resulta, pues, vital examinar qué supone la irrupción del mundo digital para los viejos sistemas de comunicación simbólica en cuanto generadores y gestores de nuestros imaginarios dominantes, o sea qué cambios cualitativos y cuantitativos se derivan de la irrupción de los blogs, las wiki, las revistas digitales y, sobre todo, las redes sociales a los procesos de producción, promoción y distribución de la cultura audiovisual como encuentro para la acción transformadora del mundo (analógico).
Resultado de imagen de Banksy sobre cámaras y acontecimientosEste planteamiento, vinculado tradicionalmente (ya, por ejemplo, desde propuestas pedagógicas como la de la Escuela Moderna de Célestin Freinet, 1896-1966, -ver, por ejemplo, Las técnicas audiovisuales, 1963- o la del método psicosocial para la educación emancipadora de Paulo Freire, 1921-1997, -ver, por ejemplo, Educación y acción cultural, 1979-) a una alfabetización audiovisual (hoy debiéramos decir digital) crítica (capaz de derivar emancipación individual y colectiva), exige el análisis cuidadoso de los  tópicos comunes al respecto (inmediatez, interrelación, cooperación, horizontalidad, libertad, o democratización de la producción y recepción cultural,…) que, al estilo de El desengaño de Internet de Evgeny Morozov (2011), deberá permitirnos pergeñar una suerte de teoría urgente (y provisional) de la comunicación y la cultura en “tiempos TIC” capaz de asumir y explicar la proliferación y extensión (sociológica y psicológicamente avaladas) de nuevas y más dramáticas formas sociales de incomunicación personal (formas que, de hecho, como muestra La Red Social, 2010, de David Fincher, están muy presentes ya en el propio proceso de creación, por ejemplo, de Facebook) y de exclusión cultural. Así podremos atisbar alguna respuesta (o, al menos, denunciar con más rigor) ante paradojas como las derivadas del hecho de que “en la sociedad de la comunicación nadie se comunica verdaderamente (en profundidad) con nadie”, la de que en el momento en el que los medios digitales abaratan y facilitan (en la filmación, la producción y, sobre todo, el montaje y la postproducción) la creación audiovisual de alta calidad el cine (especialmente el viejo cine de autor) languidece (bajo el imperio del blockbuster y la censura a través de las barreras a la distribución) o se refugia en la ficción televisiva, o la de que a medida que la velocidad del proceso de innovación tecnológica ligada a las TIC se incrementa (forzado en buena medida por el sistema consumista que impone obsolescencias artificiosas a los productos) aumenta también la llamada brecha digital entre los países económicamente desarrollados (y subdesarrollantes) del llamado Norte y los económicamente subdesarrollados (y desarrollantes) del llamado Sur, entre generaciones, entre sexos, entre el mundo urbano y el rural, y hasta entre el centro y las periferias de una misma ciudad (sea o no una de las llamadas smartcities).
Resultado de imagen de día mundial del patrimonio audiovisualPero parémonos a analizar un poco ese “refugio del cine en la ficción televisiva” como síntoma de los efectos de los entornos digitales sobre la gestación y gestión de nuestro “patrimonio audiovisual”, acercándonos primero al caso español… Al crecimiento en las parrillas de las distintas cadenas del fenómeno de las comedias de situación (en la estela de las sitcom norteamericanas, con o sin risas enlatadas) con formato renovado y relanzado en España por 7 vidas (Globomedia para Telecinco, 1999-2006) y con frecuentes spin-off (AídaGlobomedia para Telecinco, 2005-2014) o derivados reconocibles (La que se avecinaAlba Adriática, 2007-2010, Grupo Infinia, 2010-2013, y Contubernio, desde 2013, para Telecinco- con respecto a Aquí no hay quien viva Alba Adriática y Atresmedia para Antena 3, 2003-2006-, por ejemplo) se suman los dramas o comedias “sociológicos” por capítulos (al estilo de Hospital centralVideomedia y Mediaset España para Telecinco, 2000-2012- o Doctor MateoNotro Films para Antena 3, 2009-2011-) y miniseries o telemovies, más o menos oportunistas, unitarias o por capítulos, historicistas o pseudoperiodísticas, que, cada vez con más frecuencia, se acercan peligrosamente al telecotilleo rosa o se mezclan con más o menos guionizados realities (como en Alaska y Mario de El Terrat y MTV España, 2011-2013) para contribuir a la configuración un “imaginario de lo monstruoso” (en el sentido etimológico de “lo que avisa o previene desde una voluntad superior”), por una parte, como “aviso a navegantes” de qué es lo que hay más allá de la dura cotidianidad de quien mira la pantalla (para evitar que lo desee) y, por otra, para captar su atención situándola fuera de su vida, de sus problemas concretos, de sí mismo, extrañándolo, alienándolo... O para decirlo de otro modo, sería lo que Cornelius Castoriadis llamaba “el ascenso de la insignificancia” (El ascenso de la insignificancia, 1996; con edición en castellano de 1998) como contribución esencial del medio televisivo (también en su faceta más creativa, la ficción) a los imaginarios hegemónicos del capitalismo globalizado... Una función muy similar, pero en lo próximo-tangible, en lo percibido como posibilidad inmediata, a la que cumpliría la sobresaturación de “imágenes de lo catastrófico-lejano” que pueblan los informativos y buena parte y los telerreportajes... Aviso de lo que puede venir y generación de una empatía ilusoria más alienante que activista. Y es que, en la línea de lo que vienen señalando víctor Lenore (Indies, hipsters y gafapastas. Crónica de una dominación cultural, 2014) o César Rendueles (desde Sociofobia. El cambio político en la era de la utopía digital, 2013, o en Capitalimo canalla. Una historia personal del capitalismo a través de la literatura, ), los entornos digitales, lejos de contribuir a una democratización de la cultura para mejor conocer el mundo y transformarlo desde parámetros más inclusivos y humanos,
Usan, con eficacia y estilo renovados, las grandes industrias transnacionales de la cultura en convergencia con los instrumentos clásicos de alienación de masas para la producción agregada de sumisión aprendida a través de una neurosis experimental por permanente insatisfacción del deseo en el contraste entre los arquetipos de heroicidad y la realidad de cada día (porque, en definitiva, cuando uno va al supermercado, Messi o Ronaldo, House o el Doctor Mateo, Tony Soprano o Luisma García nos sirven de bastante poco). Es, como señalan Aquilina Fueyo, Carlos Rodríguez Hoyos y José Ignacio Fernández del Castro (Mi vida como un algoritmo. Una semana en la nube, 2028) la consolidación de un capitalismo digital capaz de completar un proceso de individualización algorítmica que, bajo la apariencia de hipercomunicación, nos atomiza para tornarnos en mercancía para el comercio de datos ligado a una economía de la atención; alejándonos así de cualquier tentación de respuesta activa (y analógica) ante “lo que hay” (dominio y sumisión, aceptación de la desigualdad insoportable,…) mientras se nos va privando hasta de los viejos contactos (analógicos) con las viejas tecnologías, como conducir un coche o comprar en una tienda de barrio, que posibilitaban aprendizajes azarosos en el tránsito por paisajes y la interrelación personal (sensorial) con sus paisanajes…
Resultado de imagen de Chistes¡s digitalesEvidentemente, el desarrollo de este planteamiento, que supone el análisis de la configuración de las actuales derivas de la producción audiovisual al servicio de los intereses de dominio de los dueños del cotarro, supone por un lado el reconocimiento de la dificultad para considerar patrimonio audiovisual de la humanidad aquello que la aliena (que la saca de sí misma para convertirla en sumisa a intereses ajenos) y, consiguientemente, la necesidad (y urgencia) de buscar conocimiento y canales para una producción audiovisual como arma para una sociedad más consciente, participativa y solidaria (en definitiva, más democrática) Porque, paradójicamente, se abre técnicamente la oportunidad (y la responsabilidad) de construir el mejor patrimonio audiovisual de todos los tiempos (reto al que responden, incluso en los medios masivos, grandes creadores como Aaron Sorkin –El lado oeste de la Casa Blanca o The Newsroom-, Armando Iannucci -The Thick of It o I'm Alan Partridge- o, en nuestro ámbito más modesto, gentes como Nacho García Velilla o Tom Fernández) y, desarrollando estrategias de alfabetización audiovisual crítica, (re)construir una mirada capaz de automatizar mecanismos de lectura ideológica y representacional de lo que se le cuenta (incluso, o muy especialmente, cuando lo que se le cuenta, algoritmo por medio, es lo que se supone que es), develando los intereses que subyacen en los mensajes y sacando de ello fruto de conocimiento, capacidad comunicativa, comprensión del mundo y voluntad de transformarlo (incluyendo los propios medios audiovisuales y sus canales de difusión). ¡Quiénes y cómo saben, pueden y querrán intentarlo aquí y ahora?.
Resultado de imagen de El Roto y los contextos digitalesTodo ello será introducido, y desarrollado en sus aspectos conceptuales y problemáticos básicos por el propio coordinador del Foro, José Ignacio Fernández del Castro.
Como siempre, se facilitará a las personas participantes un dossier, elaborado por el propio coordinador del Foro, con documentación sobre el tema abordado, incluyendo el guión de la sesión, recomendaciones bibliográficas y cinematográficas, artículos e informaciones de interés, chistes, etc..
Resultado de imagen de Banksy los retratos morbosos del dolor y la miseriaTras su intervención (e, incluso, durante la misma) habrá un debate general entre todas las personas presentes. La sesión, celebrada en relación con el Día Mundial del Patrimonio Audiovisual (27 de Octubre),  tendrá lugar en el Aula 3 (Segunda Planta), con asistencia libre.