domingo, 12 de julio de 2015

Pensamiento del día, 12-7-2015



«... Veo cerca mi fin
como me quede sin mis amantes furtivas,
y mi ruina total
si la traca final
ni siquiera es real, si me salen esquivas.
Y mi dulce mujer
me interrumpe: Javier, ¿te apetece un caldito?
muy, muy rico y recién
hecho, no es de avecrem,
me trabajas muy bien, tómate un respirito.
Antes de ser cantor
mis historias de amor eran casi secretas,
pero, luego, el azar
que me puso a cantar
me llevó a publicar mis zozobras completas.»
 (Javier KRAHE DE SALAS; Madrid, 30 de marzo de 1944-Zahara de los Atunes, Cádiz, 
12 de julio de 2015. Estrofas finales de “Zozobras completas”, primer corte del disco Cábalas y cicatrices, 2002.)
Nos deja la versión menos softcore de la vieja Mandrágora... Quien nunca hizo mutis en sus pequeños escenarios pero tampoco se vendió a ninguna alquimia comercial de la nostalgia, vía multinacional, hizo el mutis definitivo, con la rapidez y limpieza del infarto de miocardio, seguramente para evitar cuidadosamente la tentación de dar pena..., O la tabarra. Así que ese adiós nos llega desde su paraíso vacacional gaditano, ese que compartía con buena parte de los 18 chulos y buenos amigos que lo acompañaban en la aventura de una pequeña discográfica independiente.
Y, en efecto, ya sin amantes furtivas (reales o musas) y la burla esquiva de cualquier traca final, ¿qué cabía más que una agónica ruina “a la griega”?.
Porque Krahe, más Varoufakis que Tsipras, más chulo y clarividente que estratega y pragmático, difícilmente podía conformarse con los reconfortantes calditos del dulce amor como único respiro... Y, aunque otros y otras, muchos otros y muchas otras de cualquier género y condición, se muestren cada día más disposición de aceptarlos, incluso si son de avecrén, a cambio de sus sumisiones, él, cantor de mala voz y simplísimos acordes, supo poner todo ello al servicio del irónico talento, sarcástico la más de las veces, en las letras para crear auténticos himnos personales, a los amores secretos que dejaban de ser discretos al ser cantados... Himnos que, en su sencillez sin oropeles, no admiten versiones, porque son el destilado sutil de los sueños y las pesadillas, las filias y las fobias de una generación narrada en primero persona... O sea, sus  zozobras completas. ¿Quién las cantará ahora?.
Nacho Fernández del Castro, 12 de Julio de 2015

No hay comentarios:

Publicar un comentario