miércoles, 16 de julio de 2014

Pensamiento del Día, 16-7-2014



«El ser humano es el único animal con capacidad de observarse a sí mismo y que ha sido dotado de la dolorosa capacidad de haber querido siempre saber el porqué. Y esto no es sólo la gran cuestión ontológica sobre por qué estamos aquí, a través de qué religiones o filosofías buscamos la respuesta final que distintos pueblos en distintos tiempos se han formulado; sino que desde que el ser humano comenzó esa observación de sí mismo ha buscado también la explicación de los fenómenos cotidianos, como la procreación, la muerte, el cambio de las estaciones...»
 



 (Nadine GORDIMER; Springs, Gauteng, Unión Sudafricana, 20 de noviembre de 1923 - Johannesburgo, Sudáfrica, 13 de julio de 2014; Premio Nobel de Literatura 1991. Fragmento del Discurso de aceptación en el Banquete del Premio Nobel, 10-12-1991..)



Somos perennes infantes planteándonos el por qué de cuanto nos rodea... Y es que, al fin y al cabo, somos una especie muy joven en el proceso evolutivo del mundo natural, poco más que bebés que aún contemplan como lejana e incognoscible su propia adolescencia filogenética.



Acaso por eso no hacemos sino torpes travesuras (con frecuentes resultados catastróficos) en este mundo... En nuestro deambular incipiente y asombrado vamos arrasando, sin demasiada conciencia de lo que hacemos, cuanto nos atrae y sorprende.



Así que casi es mejor que nuestras cuitas se centren en lo insólito más cotidiano: la vida y la muerte concretas y cercanas, los hábitos más saludables de supervivencia para nuestras comunidades, las oportunidades y peligros que nos brinda el cambio de las estaciones... De hecho, mientras nuestros saberes (más o menos precisos), nuestras preguntas y ensayos de respuesta más o menos certeras se circunscribieron a esos ámbitos de lo inaudito común, nuestra armonía con el mundo natural era mucho mayor.



Porque, a fin de cuentas, ¿no es mejor que entre quienes conformamos nuestras comunidades nos preocupemos otra vez del viejo bien común antes que perdernos en el de dónde venimos o hacia dónde vamos mientras nos arrastran, en el olvido de quiénes somos, a esa globalización impuesta para que vayamos todos juntos al dictado de quienes tienen el poder de marcar la dirección en su propio beneficio?...



¿Podremos?.



Nacho Fernández del Castro, 16 de Julio de 2014

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