martes, 1 de abril de 2014

Pensamiento del Día, 1-4-2014



«Quiero ser un corazón pensante.»
 (Ester, Etty, HILLESUM; Middelburg, Holanda, Países Bajos, 15 de enero de 1914 – Auschwitz, Polonia, 
Tercer R$eich, 30 de noviembre de 1943. Das denkende Herz der Baracke  Una vida interrumpida-, 1983 -1985 para la primera edición en castellano-.)
Hace un siglo (y unos meses) nació, holandesa, Etty Hillesum, una de tantas judías que nunca pudo asumir su tópica condición errante porque el horror nazi la condenó a un único y definitivo tránsito: el que la conduciría al matadero de Auschwitz... Pero, ella, a diferencia de tantas otras personas (judías, pero también negras, gitanas, homosexuales,...) silentemente exterminadas por ser lo que eran (eso que Emilio Lledó, por ejemplo, considera el verdadero núcleo de cualquier sistema educativo que aliente algún resto del ideal emancipador), quiso y supo dejar esforzada y vívida huella, casi mística, de su breve y durísimo paso por la vida.
Hoy hace también setenta y cinco años que, en el estudio de Radio Nacional de España en el salmantino Palacio de Anaya, Fernando Fernández de Córdoba leyera a las 22’30 horas, procedente con urgencia del burgalés Palacio de la Isla (sede del gobierno franquista durante la contienda), el único parte bélico firmado y cuidadosamente revisado por el futuro y longevo dictador: “En el día de hoy, cautivo y desarmado el Ejército Rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus últimos objetivos militares. La guerra ha terminado. El Generalísimo Franco. Burgos 1º abril 1939”.
Evidentemente, entre ambos hechos hay conexiones obvias que van, incluso, mucho más allá del “espíritu del fascismo”...  En ambos casos muchos millones de personas, gentes de a píe totalmente ajenas a los desafueros fascistas, carecieron de fuerza (mística, moral o política) para ser un corazón pensante.
Así les lució el pelo... Así nos sigue luciendo hoy, aquí y ahora.
Nacho Fernández del Castro, 1 de Abril de 2014

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