jueves, 8 de mayo de 2014

Pensamiento del Día, 8-5-2014



«Entonces (...) el censurar en los otros los vicios ocultos y miserias de uno mismo, el mirar la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio (el repugnarme la mierda que pisé tan sólo por pertenecer a uno de mis semejantes y no a mí o un animal), no es otra cosa que un honrado principio de conservación, conservación del individuo, de la familia, de la sociedad, del Estado y, consecuentemente, de la humanidad toda; es decir entonces un principio ético cuyas bases se asientan en el impoluto y aséptico Imperio del Excremento Amado. Hizo una pausa. Defeco, luego existo, concluyó con una sonrisa.»
 (José REVUELTAS SÁNCHEZ; Durango, México, 20 de noviembre de 1914 — Ciudad de México, 
14 de abril de 1976. Bautista Zamora en Los días terrenales 1949.)
Cuando vemos las distintas varas de medir de personas y entes ante problemas y conflictos asimilables que les afectan, ni siquiera acertamos ya a responder con contundencia o ponernos, siquiera, de mal humor... Apenas insinuamos, tal vez, una media sonrisa entre petulante y cínica (que, desde lo alto, se verá entre impotente y sumisa) para asumir, de hecho, que “es lo que hay”.

¿Que quienes se llenan la boca con discursos llenos de moralinas regeneracionistas se muestran incapaces, pillados en falta real o supuesta en su ejercicio de representación pública, de dimitir para defender su honorabilidad personalmente mientras salvaguardan la de la institución correspondiente y, con ella,  las condiciones de posibilidad de la confianza de esa ciudadanía a la que se supone que sirven?... Es lo que hay.

¿Que quienes hacen proclamas económicas de liberalismo ejercen desde el poder una práctica privatizadora de beneficios y socializadora de pérdidas?... Es lo que hay.

¿Que quienes han logrado multiplicar las colas de los comedores y roperos sociales (cambiando el extracto social de sus integrantes), establecer un servicio informal de recogida previa y selectiva de todas las basuras en todo tipo de contenedores de pueblos y ciudades, o expulsar del propio mercado laboral a jóvenes bien formados (emigrantes forzados) e inmigrantes ya socialmente integrados (retornados forzosos), consolidar para un largo periodo la expectativa del paro para una de cada cuatro personas españolas, dicen que todo marcha adecuadamente y están muy contentos?... Es lo que hay.

Pero no es lo que hay... ¿A quién y por qué molesta tanto que haya voces disidentes dispuestas a escuchar al pueblo para articular su voz en un discurso y una acción políticas?... ¿No es ese, en suma, el verdadero origen (en la etimología y en el ágora) de la democracia?.

¿Es que realmente hay algún resto de ideología en los partidos parlamentarios más allá de la propia permanencia en los nichos del poder formal al servicio de las castas del poder económico?.

A muchos, aún cuando no las sigamos, no nos molestan esas voces disidentes... Tal vez porque no nos gusta lo que hay... Ese Imperio del Excremento Amado donde sólo nos hacemos reales, existentes, visibles cuando nos damos cuenta que la estamos cagando.
Nacho Fernández del Castro, 8 de Mayo de 2014

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