«Tu amor me será hoy
dos veces grato.
No soy, lo has visto,
la doncella sagrada
y ocupo por lo tanto
de tus buenos oficios
para soltar los cascos de la especie
por mi cuerpo.
Imprímeme en la boca
tus aceites marinos
y en la palabra madre
la palabra deseo.»
dos veces grato.
No soy, lo has visto,
la doncella sagrada
y ocupo por lo tanto
de tus buenos oficios
para soltar los cascos de la especie
por mi cuerpo.
Imprímeme en la boca
tus aceites marinos
y en la palabra madre
la palabra deseo.»
(Ana ISTARÚ, pseudónimo literario de Ana SOTO MARÍN; San José,
Costa Rica, 3 de febrero de 1960. “No soy la doncella sagrada” en Verbo madre, 1995.)
¿Quién pudo sospechar que los fatuos aceites
de mares liberales barrerían la playa de todos los deseos imponiendo, sin
fuero, la condición de madre, la condición de sierva, la condición de nada?...
Nacho Fernández del Castro,
9 de Mayo de 2014
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