«El médico dice que (el gin
tonic) me va bien, aunque mi hijo sospecha falsamente que me caigo en los
hoteles a causa de la bebida, pero no, es a causa de las esterillas que ponen
bajo las camas, en las que se me engancha la muleta. El médico me ha dicho que
esas esterillas han matado más gente que Stalin y Hitler juntos.»
(Ana
María MATUTE AUSEJO; Barcelona, 26 de julio de 1925 – 25 de junio de 2014; Premios Nacionales de
Narrativa 1959, de Literatura Infantil y Juvenil 1984 y de
las Letras Españolas 2007; Premio de la Crítica de Narrativa 1959; Premio Planeta 1954;
Premio Nadal 1959; Premio Creu de Sant Jordi 2009; Premio Miguel de Cervantes
2010; tercera mujer académica de la Real Academia
Española de la Lengua
en 1996 con el sillón "K". “Ana
María Matute: Todo está cargado de magia”, entrevista realizada por Xavi Ayén para el Magazine de La Vanguardia
con motivo de su visita a la escuela pública Palma de Mallorca del Nou Barris barcelonés, 19-4-2013.)
Es cuestión de voluntad... Esa voluntad con
la que ella amasaba amorosamente palabras capaces de despertar en cada cual lo
sorprendente, lo insólito, lo maravilloso o tremendo.
Esa voluntad
con la que logró convertirse en santo y seña de la gran literatura en castellano (sin género ni cuotas, sin
correcciones políticas o mojigaterías absurdas, con desbordante imaginación y
total respeto a quienes habían de leerla) desde un género literario preterido
en su país y ajeno a la atención popular.
Una voluntad
que, en fin, no podrá seguir ya manifestando... Pero no olvidaremos a su Rey
Gudú y tantas otras de sus fabulosas criaturas. Porque, además, nos
deja, para iluminar nuestro otoño, sus postreros Demonios familiares.
Nacho Fernández del Castro, 25 de Junio de 2014
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