miércoles, 16 de marzo de 2011

Pensamiento del Día, 16-3-2011

«Se dirá que el placer de la aventura mental es raro, que pocos pueden apreciarlo y que la educación ordinaria no tiene en cuenta un bien tan aristocrático. Yo no lo creo. El placer de la aventura mental es mucho más común en el joven que en los hombres y mujeres mayores...Es raro en la vida adulta porque se hace todo lo posible por matarlo mientras dura la educación.»
 (Bertrand Arthur William Russell; Trellech, Monmouthshire, Gales, 18 de mayo de 1872-
Penrhyndeudraeth, Gales, 2 de febrero de 1970.
Sobre la educación, especialmente en la infancia temprana. 1926)

Nadie que haya trabajado con jóvenes (especialmente con niñas y niños) o que, simplemente, les haya prestado suficiente atención, puede negar la capacidad que tienen para imaginar, la casi constante disposición a emprender pequeñas aventuras mentales sin trabas, prejuicios o cortapisas... ¿Por qué desaparece esta propensión en la vida adulta?. En medio está, por un lado, una educación formal realizada en unas instituciones educativas siempre dispuestas a hundir bajo "lo prescrito" (contenidos curriculares, metodologías que coartan la espontaneidad,...) todo lo que, por no ser normalizable, está "proscrito"... Por otro, una socialización primaria y secundaria que, cada día con más eficacia, imponen un modelo homogéneo y homologable de yo a través de unas industrias culturales que determinan los valores y actitudes de las propias familias... Y resocializarse, encontrar los elementos de educación no formal (ajenos a la escuela) e informal (en los propios medios de comunicación) que permitan ir más allá de esa homogeneidad mediatica es ya tarea heroica para la que pocos serán los estímulos y muchos los obstáculos.
Nacho Fernández del Castro, 16 de Marzo de 2011.

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