lunes, 28 de marzo de 2011

Pensamiento del Día, 28-3-2011

«Si el sentido de la política es la libertad, esto quiere decir que en este ámbito –y en ningún otro- tenemos el derecho de esperar milagros. No porque fuéramos supersticiosos, sino porque los hombres, en la medida en que pueden actuar, están en condiciones de realizar lo inverosímil e incalculable, y lo realizan habitualmente, lo sepan o no.»

 

(Hannah Arendt, nacida como Johanna Arendt;

Linden-Limmer, hoy barrio de Hanóver, 14 de octubre de 1906– Nueva York, 4 de diciembre de 1975.

Was ist Politik?. Aus dem Nachlass Herausgegeben von U. Ludz, 1993)

 

Frente a quienes, asaltados por el desencanto, han dejado de creer en las posibilidades de cambio desde la política, hay que afirmar que lo imposible es cualquier cambio sin la política... Lo que realmente sucede es que no hay verdadera política, sino una representación de determinados ritos que recuerdan vagamente algunos elementos formales de la política, pero que son sistemática y subrepticiamente puestos al servicio de los poderosos (vamos, una timocracia más o menos encubierta), no de la polis. Ni siguiera hay realmente una "sustitución de la Política por la Economía", como tantos señalan, sino la imposición de un planteamiento económico concreto, el neoliberal, que actúa como garante de esos intereses... Reivindicar, por tanto, el verdadero sentido de la política como libertad para hacer lo imposible (es decir, lo que está fuera de las posibilidades realizadas), es la primera tarea de cualquier resistencia frente a la sumisión globalizada. Porque, en suma, sólo la acción humana colectiva puede obrar milagros, y es tarea central de toda educación que se pretenda liberadora (es decir, política en el mejor de los sentidos, orientada a la mejor organización de la sociedad) hacernos conscientes de ello.

Nacho Fernández del Castro, 28 de Marzo de 2011.

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