lunes, 11 de abril de 2011

Pensamiento del Día, 11-4-2011

«Si he perdido la vida, el tiempo, todo
lo que tiré, como un anillo, al agua,
si he perdido la voz en la maleza,
me queda la palabra.»

 (Blas de Otero Muñoz; Bilbao, 15 de marzo de 1916 - Madrid, 29 de junio de 1979.

Estrofa de "En el principio", en Pido la paz y la palabra, 1955)

 

Es inevitable que los años sumados vayan acumulando sensaciones de tiempos perdidos, de voces inútiles en los desiertos más absurdos, de símbolos queridos arrojados al mar, de vida dilapidada... Es inevitable, ¡sí!, pero aún bajo el peso de tanto acúmulo de pérdidas irreversibles (tiempo, voz, símbolos, vida,...), la palabra, signataria de mundos reales y virtuales, de realidades posibles e imposibles, de ritos y retos, de pragmatismos y quimeras, siempre nos quedará en los diccionarios y en la calle, en la mano y en los labios. Esperemos que la escuela sepa aún ser el ámbito de la palabra, el lugar donde se la cuida y protege para que crezca y de fruto... Y donde se la almacena como una maravillosa provisión de la que echar mano cuando, mañana, al alumnado de hoy se le empiecen a acumular las sensaciones de pérdida.

Nacho Fernández del Castro, 11 de Abril de 2011.

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