viernes, 29 de abril de 2011

Pensamiento del Día, 29-4-2011

«¿La vida?... ¡Bah!. No tiene ningún valor. Dentro de lo barato, es de lo más barato.»

 

(Jack London, probablemente nacido John Griffith Chaney; San Francisco, 12 de enero de 1876 – Glen Ellen, California, 22 de noviembre de 1916. El lobo de mar, 1904)

 

Vivimos pensando, quizás, que la vida es lo más valioso, pero nos engañamos... Y sabemos que nos engañamos. ¿Cuánto vale la vida de los miles de personas africanas ahogadas en su intento de alcanzar una vana esperanza?... ¿Cuánto vale la de tantos compatriotas que llegan a tocar ese espejismo?... ¿Cuanto vale la vida de quienes mueren de SIDA porque nadie tiene voluntad política alguna de extender la prevención ni de facilitar su acceso a retrovirales?... ¿Cuánto vale la vida de los niños-soldado, de las niñas prostituidas, de los niños de la calle?. Acaso un leve gesto de fastidio ante el televisor, una fugaz lágrima en el mejor de los casos... Y, siempre, un rápido olvido. Porque detrás vendrá el programa rosa o el partido de fútbol que nos permitirá enajenarnos de un mundo donde la vida no vale nada, enajenarnos de nosotros mismos... ¿Realmente la escuela no puede hacer nada para evitar que podamos mirar para otro lado?, ¿no debería ser educar la indignación (y la acción coherente para transformar la realidad que nos indigna) uno de sus principales objetivos?.

Nacho Fernández del Castro, 29 de Abril de 2011.

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