«Nunca debe usted usar sus mejores pantalones cuando vaya a luchar por la libertad y la verdad.»
(Henrik Johan Ibsen; Skien, Noruega, 20 de marzo de 1828 —
Cristianía, actual Oslo, 23 de mayo de 1906.
Un enemigo del pueblo; 1882)
Si queremos que nuestra escuela, la escuela de todas y todos, se disponga a luchar por la verdad y la libertad, no puede adornarse con oropeles, apariencias y fastos... La dignidad y pericia de quienes pretenden enseñar no puede venir dada por el lustre de su indumento, la disposición de quienes pretenden aprender no puede ser expresada a través de la supuesta idoneidad de un uniforme... ¿Vale más el "torpe aliño indumentario" del "Retrato" machadiano o la formal corrección que, en su vestir, pedía a los docentes el Poema Pedagógico de Antón Makarenko?. Poco importa si los actos educativos persiguen tenazmente la verdad y la libertad... ¡Pero será más difícil alcanzarlas si vamos en su busca con nuestras mejores faldas o pantalones!.
Nacho Fernández del Castro, 24 de Abril de 2011.
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