«Més
val
Que ajustis la finestra,
Les veus que ara et somriuen
No tenen res a veure
Amb els discos ratllats
On vas a gravar
Tan malament
La teva vida.
No miris més
Les fulles verdes
Ni les mans juntes
Del qui comencen
A estinar-se.
Feixuc de diòptries
No tens dret
Ni a una mica de cel
D’aquesta tarde clara.
Desconecta el pick-up,
Desa al fons de l’armari
Aquest apunts ridículs
De poesia nova,
I deixa que els records,
Més fidels que la vida,
Et facin companyia.
Torna al teu centre:
La capsa dels retrats,
Les postals en relleu,
Els cromos de batalles
I els vells intents de versos
Que no vas saber escriure
I que ja hauries
D’haver llençat al foc
Fa tant de temps.
Deixa que a poc a poc
La sang se’t torni espessa
I t’endormisqui
La son del fer-se vell,
Qui sap si a l’hora dolca
De començar a mori.»
Que ajustis la finestra,
Les veus que ara et somriuen
No tenen res a veure
Amb els discos ratllats
On vas a gravar
Tan malament
La teva vida.
No miris més
Les fulles verdes
Ni les mans juntes
Del qui comencen
A estinar-se.
Feixuc de diòptries
No tens dret
Ni a una mica de cel
D’aquesta tarde clara.
Desconecta el pick-up,
Desa al fons de l’armari
Aquest apunts ridículs
De poesia nova,
I deixa que els records,
Més fidels que la vida,
Et facin companyia.
Torna al teu centre:
La capsa dels retrats,
Les postals en relleu,
Els cromos de batalles
I els vells intents de versos
Que no vas saber escriure
I que ja hauries
D’haver llençat al foc
Fa tant de temps.
Deixa que a poc a poc
La sang se’t torni espessa
I t’endormisqui
La son del fer-se vell,
Qui sap si a l’hora dolca
De començar a mori.»
«Más vale
Que ajustes la ventana,
Las voces que ahora te sonríen
No tienen nada que ver
Con los discos rayados
Dónde vas a grabar
Tan mal
Tu vida.
No mires más
Las hojas verdes
Ni las manos juntas
De quienes comienzan
A quererse.
Lleno de dioptrías
No tienes derecho
Ni a un poco de cielo
De esta tarde clara.
Desconecta el pick-up,
Guarda en el fondo del armario
Estos apuntes ridículos
De poesía nueva,
Y deja que los recuerdos,
Más fieles que la vida,
Te hagan compañía.
Vuelve a tu centro:
La caja de los retratos,
Las postales en relieve,
Los cromos de batallas
Y los viejos intentos de versos
Que no vas saber escribir
Y que ya deberías
Haber arrojado al fuego
Hace tanto tiempo.
Deja que poco a poco
La sangre se te vuelva espesa
Y te adormile
El sueño del hacerse viejo,
Quién sabe si a la hora dulce
De empezar a morir.»
Que ajustes la ventana,
Las voces que ahora te sonríen
No tienen nada que ver
Con los discos rayados
Dónde vas a grabar
Tan mal
Tu vida.
No mires más
Las hojas verdes
Ni las manos juntas
De quienes comienzan
A quererse.
Lleno de dioptrías
No tienes derecho
Ni a un poco de cielo
De esta tarde clara.
Desconecta el pick-up,
Guarda en el fondo del armario
Estos apuntes ridículos
De poesía nueva,
Y deja que los recuerdos,
Más fieles que la vida,
Te hagan compañía.
Vuelve a tu centro:
La caja de los retratos,
Las postales en relieve,
Los cromos de batallas
Y los viejos intentos de versos
Que no vas saber escribir
Y que ya deberías
Haber arrojado al fuego
Hace tanto tiempo.
Deja que poco a poco
La sangre se te vuelva espesa
Y te adormile
El sueño del hacerse viejo,
Quién sabe si a la hora dulce
De empezar a morir.»
(Joan VERGÉS I CALDUCH; Barcelona, 21 de marzo de 1928 -
24 de febrero de 2014. “La finestra” en
Vida nova, 1970 –incluido
en la Antologíapoética
de 2006 y en la Obra
completa de 2012; traducción propia-.)
Él nos recomendó cerrar bien la ventana a
los embates y glorias del mundo para,
cuando llega el sueño de hacerse viejo y
empezar a morir, poder buscar refugio seguro y fiel (mucho más seguro y
fiel que la azarosa vida que ya nos
desborda) en los recuerdos.
Tan irónica y pesimista propuesta de
renuncia a la primavera cuando se anticipa el otoño, puede parecer mero escapismo... Pero ¿cabe algo más que un
honorable escapismo (al fin y al
cabo, un “¡paren el mundo, que yo me bajo!”
marxista, sección Groucho) a través de la memoria
entrañable ante una sociedad que
acelera constantemente el ritmo de la huída
de sí misma?, ¿cabe más que volver la vista a cuanto nos hizo gozosa y
humildemente como somos frente a todo cuanto en el mundo, ufana e
implacablemente, nos niega?.

Nacho Fernández del Castro, 10 de Marzo de 2014
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