domingo, 1 de diciembre de 2013

Pensamiento del Día, 1-12-2013



«Soy detective privado porque... no lo sé, quizá porque soy adicto al suspense. O quizá porque me gusta ir más allá de lo aparente. Pero eso no hace que sea un buen tipo. Sencillamente me convierte en un hombre que odia a la gente que esconde cosas y aparenta lo que no es.»
 (Dennis LEHANE; Dorchester, Boston, Massachusetts, Estados Unidos, 4 de agosto de 1965. 
 El detective Patrick Kenzie hablando de sí mismo en Gone, Baby, Gone –Desapareció una noche-, 1998 -2001 para la primera edición en castellano-.)
El afán por ir más allá de lo aparente y el desprecio por quien simula ser lo que no es está muy bien... Pero no hace automáticamente a quienes tratamos, en el grado que nos es dado, de hacerlo en buena gente, en mejores personas...
Porque,  entre otras cosas, deriva una cierta tendencia a la intolerancia que, por mucho que intentemos controlar, está ahí... Y un cierto halo de posesión de la verdad que, por mucho que se desmienta con gestos y palabras, puede resultar molesto y hasta un poco despectivo con las demás personas.
Es lo que tiene la apuesta por la modernidad... Cuando uno trata de dueño y responsable de sus propios actos, aceptando sólo los criterios y normas que puede asumir racionalmente, se verá tentado de erigirse en juez universal. Y lo hará por mucho que profundice en una cierta actitud de sospecha ante cualquier pretensión omnicomprensiva.
Quien gusta de pensar el mundo, todo y siempre, detective ontológico al fin, por muy bien que lo haga no tiene por que sentir y obrar necesariamente bien... Afortunadamente esa es la paradoja que pone de manifiesto la postmodernidad negando cualquier verosimilitud al intelectualismo ético... Y con ella las cosas y las relaciones humanas tienen más suspense.
Nacho Fernández del Castro, 1 de Diciembre de 2013

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