«Después de los cuarenta
años la verdadera cara la tenemos en la nuca, mirando desesperadamente para
atrás.»
(Julio Florencio CORTÁZAR DESCOTTE; Ixelles, Bruselas, Bélgica, 26 de agosto de 1914 -
París, Francia, 12
de febrero de 1984. Rayuela, 1963.)
Y no es eso...
Quienes sabemos que la única verdad
irrefutable con respecto al ayer es que todo
tiempo pasado fue anterior, que diría José Luís Coll, esa tendencia resulta
un poco descorazonadora y hasta desasosegante. Pero igual tiene razón Cortázar
y responde a una constante vital
inexcusable... Cuando uno enpieza a sentir que tiene ya más vida por detrás
que por delante, acaba por imponérsele la mayoría cuantitativa.
En cualquier
caso, como nadie tiene ojos (salvo figuradamente) en la nuca, la obsesión por
mirar hacia atrás, por regodearse en lo pasado, pueda derivar en ofuscación personal y ensombrecimiento del mañana colectivo.
Así que cuando
uno está persuadido de que vivido tiempos de muchísima mayor libertad que el presente y que de eso ha
ocurrido hace ya varias décadas, lo que debe poner los medios para que las
cotas de libertad común vuelvan a crecer... No aceptar sumisamente lo dado
refugiándose en un panegírico personal e intransferible del ayer.
Nacho Fernández del Castro, 15 de Diciembre de 2013
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