jueves, 5 de diciembre de 2013

Pensamiento del Día, 5-12-2013



«Aprendí que la valentía no es la ausencia de miedo, sino el triunfo sobre el miedo. El hombre valiente no es el que no siente miedo, sino aquel que conquista ese miedo.»
 http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/1/14/Nelson_Mandela-2008_%28edit%29.jpg
 (Nelson Rolihlahla MANDELA; Presidente del Congreso Nacional Africano 1991-1997, Premio Nobel de la Paz 1993, Presidente de Sudáfrica 1994-1999, Secretario General del Movimiento de Países No Alineados 1998-1999; Mvezo, El Cabo, Unión de Sudáfrica, 18 de julio de 1918 - Johannesburgo, Gauteng, Sudáfrica, 
5 de diciembre de 2013. Long walk to freedom: The autobiography of Nelson Mandela 
–El largo camino hacia la libertad-, 1994 -1995 para la primera edición en castellano-.)
http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/8/84/Nelson_Mandela_statue%2C_Westminster.JPG/120px-Nelson_Mandela_statue%2C_Westminster.JPGTras un largo y doliente mutis Nelson Mandela ha dejado el triste foro de este mundo... Y no es un mutis cualquiera; se trata, sin duda, del adiós de uno de los más relevantes ejemplos recientes de dignidad ética como sólida base para una voluntad firme de implantación política de la libertad, con todo cuanto conlleva la verdadera libertad (no la pomposa libertad egoísta del neoliberalismo rampante o del ufano anarcocapitalismo) de creación de las condiciones de posibilidad que imposibiliten cualquier opresión mediante el desarrollo, con y para toda la ciudadanía (incluyendo la antigua casta opresora y cualesquiera otras formas más o menos reaccionarias de falsa conciencia) de una igualdad de oportunidades material más allá de los meros formalismos normativos.
La dignidad ética de Mandela no provenía, desde luego, de la valentía entendida como mera ausencia de miedo, pues esta más bien deriva en temeridad... A buen seguro que en los largos años de la cárcel se sintió muchas veces abatido por la violencia de la sinrazón, y es más que probable que en sus años de Presidente sudafricano no le haya sido nada ajeno el pánico al error irresoluble en cualquiera de los pasos que guiaba su meditado e incluyente ejercicio de cálculo político. Pero lo cierto (y las pruebas son más que evidentes) es que supo, entre rejas o en la residencia presidencial de Groote Schuur, gestionar ese miedo para sobreponerse a él y conquistarlo...
Todo un ejemplo de auténtica valentía, dialéctica y racional, para la ciudadanía de a pie sometida, por la mezquindad de una casta política indigna de desempeñar la misma función social que Nelson Mandela, al imperio del miedo como instrumento de control social.  
Nacho Fernández del Castro, 5 de Diciembre de 2013

No hay comentarios:

Publicar un comentario