sábado, 15 de febrero de 2014

Pensamiento del Día, 15-2-2014



«La vida es difícil. Para estar en paz con uno mismo hay que decir la verdad. Para estar en paz con el prójimo hay que mentir.»
 
 (Adolfo BIOY CASARES; Buenos Aires, Argentina; 15 de septiembre de 1914 – 8 de marzo de 1999.  
Descanso de caminantes, 2001.)
La sinceridad es, con frecuencia, un problema... Casi siempre nos hace sentirnos bien con nosotros mismos, incluso rendirnos al orgullo personal por el valor demostrado en el servicio a la verdad... Pero muchas veces esa verdad (que no deja de ser “nuestra verdad” , nuestra “forma de ver las cosas”, “nuestra personal vivencia de una situación”) hiere o daña a posibles interlocutores o a terceras personas.
Así que la sinceridad está sobrevalorada y hay que manejarla con la prudencia y la pericia con las que el médico diestro manejaría un bisturí, no sea que, por un catarro o una gripe, dejemos a alguien sin anginas o, aún peor, sin un pulmón.
No se trata de hacer una apología de la mentira, ni siquiera cuando es lo que se llama piadosa, sino de apostar por un uso alternativo de la verdad que, consciente de sus componentes subjetivos, evite sus posibles efectos perniciosos alrededor y potencie su capacidad para liberar y sugerir.
Así contribuiremos a que la vida (al menos en nuestro entorno inmediato) se torne un poco más fácil, menos prejuiciosa y más capaz de soñar con voluntad de realización.
Nacho Fernández del Castro, 15 de Febrero de 2014

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