«Durante los últimos dos mil
años, individuos y sectas han estado fijando fechas para la Segunda Venida.
Cuando el Señor no se presenta, lo más frecuente es que no se reconozca el
fallo total.
En lugar de eso, se encuentran errores en los cálculos y se fijan nuevas fechas. En New Harmony (Indiana), George Rapp fundó una secta adventista llamada de los rappitas. Cuando Rapp se puso enfermo, declaró que si no estuviera seguro de que el Señor quería que él y su rebaño contemplaran el retomo de Jesús, pensaría que aquélla era su última hora. Y diciendo eso, murió.»
En lugar de eso, se encuentran errores en los cálculos y se fijan nuevas fechas. En New Harmony (Indiana), George Rapp fundó una secta adventista llamada de los rappitas. Cuando Rapp se puso enfermo, declaró que si no estuviera seguro de que el Señor quería que él y su rebaño contemplaran el retomo de Jesús, pensaría que aquélla era su última hora. Y diciendo eso, murió.»
(Martin
GARDNER; Tulsa, Oklahoma, Estados Unidos, 21 de octubre de 1914 –
Norman, 22 de mayo de 2010. Did Adam and
Eve have Navels. Debunking Pseudoscience -¿Tenían ombligo Adán y Eva?.
La
falsedad de la seudociencia al descubierrto-, 2001 -también para la edición en castellano-.)
¿Cómo se puede apostar por un acto de voluntad
creadora en el origen de todo (por mucho que luego parezca dudarse de cualquier
providencialismo permanente)?. Por
supuesto, desde la estricta racionalidad
de un verdadero (y sano) escéptico, de ninguna manera... Toda creencia de esa índole se mueve
necesariamente (como bien vieran Pascal o Unamuno) en el ámbito del deseo. O sea, de la ilusión. Y aquí está mucho más justificado considerar iluso a quien la alberga que en el caso
de la estadísticamente estéril confianza
en la obtención del premio más
improbable en el más inalcanzable de los sorteos.
¿Puede un “iluso de corazón” ser verdaderamente escéptico?... Evidentemente no, desde una perspectiva de coherencia y sensatez. De hecho esa combinación
de iluso deseo y escéptico talante resulta tan absurda y propia para el
chascarrillo como el sostenella y no
enmendalla de los cálculos y precogniciones de los más iluminados sectarios que tan bien ilustra la anécdota de la muerte
de George Rapp, gran gurú de la secta
adventista de New Harmony.
Nacho Fernández del Castro,
22 de Febrero de 2014
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