lunes, 9 de septiembre de 2013

Pensamiento del Día, 9-9-2013



«A veces da la impresión de que la modernidad (pos o pis) es un complejo de inferioridad camuflado tras una cresta de punky, chaqueta de Adolfo Domínguez, un Totem, media docena de discos, esa cosa blanca que se esnifa y una ignorancia elegante.»
 (Fernando POBLET VEGA-ARANGO; Gijón, Asturias, 1935 – Arrecife, Lanzarote, 11 de junio de 2013.  
Contra la modernidad, 1985.)
Hubo un día, los que peinamos canas todavía lo recordamos, en el que, como escribiera el gran Poblet, en el que “ir de moderno” exigía llevar el pelo de colorines chillones y con cortes extravagantes, enfundarse en ropa de diseñadores mediocres con ínfulas filosóficas, hacer gala de devoción hacia los cómics más transgresores y unos pocos discos  sacralizados, consumir algún tipo de estimulante o alucinógeno... Y, sobre todo, mostrar una ignorancia (y un cierto desinterés por el mundo) a través de una pose apáticamente elegante.
Hoy, aquí y ahora, ya casi nadie se puede permitir nada de todo eso... Sin dinero ya no hay rock and roll, que cantaban ya por aquellos tiempos los de Charol, así que sólo queda la ignorancia. A secas. Sin apatía ni elegancia. Envuelta, eso sí, en la sumisión de una general indefensión aprendida.
Y Fernando, que era un gijonudo madrileño que acabó enamorado de Lanzarote, un burgués bon vivant tan cínico como tierno, un observador hipercrítico de la realidad tan deficiente padre de familia numerosa como excelente conversador, no era, desde luego, ignorante... Ni apático, ni sumiso.
Pero ya no está aquí. Así que algo habrá que aprovechar de su acerada forma de ver el mundo en estos tiempos de pública congoja.
Nacho Fernández del Castro, 9 de Septiembre de 2013

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