«El que no inventa no vive.»
(Ana María Matute Ausejo; Barcelona, 26 de julio de 1925.
Discurso de recepción del Premio Cervantes, 26-4-2011)
No querer inventar algo cada día, es conformarse con lo que hay... Sentir cada aurora como mera inercia de lo dado que se perpetúa. En suma, dejarse llevar, vegetar sin atreverse a vivir... Dirán los intelectuales orgánicos y los correveidiles de los poderes establecidos que sólo los elegidos (así, una pequeña élite y bastante masculina) pueden inventar, que la innovación sólo está al alcance de quienes son capaces de alcanzar eso que ahora llaman excelencia... Pero, en el mundo de cada día, innovar e inventar es simplemente mostrar la voluntad de hacer algo nuevo, algo no explorado, algo que desborde las convenciones y las costumbres, algo que se salga de lo normal... Y estar dispuesto a realizar esa apuesta cotidiana ya es bastante: es vivir.
Nacho Fernández del Castro, 2 de Mayo de 2011.
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