martes, 31 de mayo de 2011

Pensamiento del Día, 31-5-2011

«Ellos seguirán dormidos en sus cuentas corrientes de seguridad.
Planearán vender la vida y la muerte y la paz:
¿le pongo diez metros, en cómodos plazos, de felicidad?.
Pero tu y yo sabemos que hay señales que anuncian

que la siesta se acaba, que la siesta se acaba...
Y que una lluvia fuerte sin bioenzimas, claro,

limpiará nuestra casa, limpiará nuestra casa.
Hay que doler de la vida hasta creer
que tiene que llover a cántaros.»

 

(José Pablo Guerrero Cabanillas; Esparragosa de Lares,  Badajoz, el 18 de octubre de 1946.

Final de "A cántaros", en A cántaros, 1972)

 

Quizás no a cántaros... Tal vez sólo una lluvia fina y confusa, orbayu o nube baja... Acaso tan sólo un atisbo de manso aguacero. Pero ha empezado a llover señalando que la siesta se acaba, que la sumisión ante quienes pretenden vendernos la vida, la muerte y la paz toca a su fin, que sus cuentas corrientes no pueden seguir siendo tan seguras (o, por lo menos, tan anónimas, tan ajenas a las luces y los taquígrafos, tan impermeables ante la indignación de los más). Porque hoy como ayer, mucha gente ha dolido lo suficiente de la vida para creer que, sobre los dueños del mundo (los mismos perros con distintos collares para vendernos su alienante felicidad democrática) tiene que llover a cántaros.

Nacho Fernández del Castro, 31 de Marzo de 2011.

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