«Cuando odiamos a alguien, odiamos en su imagen algo que está dentro de nosotros.»
(Hermann Karl Hesse; Calw, Baden-Wurtemberg, Alemania, 2 de julio de 1877 –
Montagnola, Cantón del Tesino, Suiza, 9 de agosto de 1962. Demian, 1919)
La suerte está echada.... ¿Hay algo que haga a los vencedores de esta ceremonia obscena del sufragio más odiosos que los vencidos, o viceversa?. Evidentemente no. Todo lo que en ellos hay de odioso responde a una imagen que conocemos bien porque habita en una parte de nosotros: el ansia de poder, la ambición personal, la búsqueda de notoriedad a costa de lo que sea, la voluntad de enriquecerse sin demasiados remilgos morales... Personalmente, no acierto a sentirme más o menos representado por ésta o aquella "figura política"; acaso pudiese sentirme un poco más representado por un sillón vacío. Él, al menos, no conformará nunca su voluntad política al dictado de los mercados, las corrientes neoliberales y otros intereses bastardos (léase "no políticos"). No encuentro razón alguna para estar más o menos indignado que ayer; pero sé que debo seguir manos a la obra si quiero, con muchos otros, que esto cambie en favor de la igualdad, la justicia y la libertad... Mal que les pese a los nuevos y viejos gobernantes... Sin odio.
Nacho Fernández del Castro, 22 de Mayo de 2011.
No hay comentarios:
Publicar un comentario