« Según parece, es mejor ser vaca en la UE que ser una persona pobre en un país en vías de desarrollo.
(Nota: pues se calcula que la UE subvenciona cada vaca con 2 $/día, cantidad que coincide con el límite de pobreza fijado por el Banco Mundial)»
(Joseph Eugene Stiglitz; Gary, Indiana, 9 de febrero de 1943.
¿Cómo hacer que funcione la globalización?, 2006)
Mirar al mundo de frente es ya un ejercicio casi insoportable... Esas vacas que, en franco retroceso, nos miran con su aire de atontolinada mansedumbre reciben de la administración comunitaria una subvención mayor que el límite establecido por el Banco Mundial como umbral de la pobreza. La Cordera de Clarín estaría aún más asombrada al saber que este sistema de progreso que, entonces, lanzaba aquel renqueante tren ante sus ojos, acabaría por darle a su dueño más de lo que evita que una persona de ese Sur, empobrecido para enriquecernos, sea oficialmente considerada pobre. A la vez, hay premios Nobel de la Paz que consideran que las ejecuciones sumarísimas sin juicio ni derecho a defensa son legítimas cuando sirven al espectáculo de la representación del combate sin piedad contra el símbolo del miedo (y, de paso, permiten recuperar popularidad personal entre los futuros votantes)... Y, mientras ningún político del "mundo democrático" hace o, tan siquiera, dice algo coherente al respecto, ¿seguiremos en un sumiso silencio aquiescente?... Mirando para otro lado.
Nacho Fernández del Castro, 4 de Mayo de 2011.
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