«Ya no tenía motivo alguno por el que levantarme
cada mañana. Mi estudio estaba en el ático de un pequeño edificio de tres
plantas de 9th Street; tenía un tragaluz en el techo, una cama grande en una
esquina y un teléfono sobre el suelo. No había ningún otro mueble, ni siquiera
un reloj. La luz me despertó. No sabía qué hora era, ni tenía especial interés
en saberlo. Mi capital se reducía a una moneda de cinco centavos. No pensaba
moverme hasta que sonara el teléfono y alguien me invitara a almorzar o me
ofreciera un trabajo, o al menos un préstamo. El teléfono, sin embargo, se
resistía, y mi estómago empezaba a protestar. Supe que cualquier intento de
seguir durmiendo sería inútil.»
(Endre Ernö Friedmann, conocido como Robert
CAPA, de Magnum Photos; Budapest, Hungría,
22 de octubre de 1913 -Thai
Binh Vietnam, 25 de mayo de 1954. Slightly Out of Focus
–Ligeramente desenfocado-, 1947 -2009
para la edición en castellano-.)
Pero,
¿qué se le va a hacer?, por más que uno reduzca su propio gasto energético
resulta imposible reducir a cero la ingesta alimentaria, así que dormir resulta
difícil... A mucha gente, además, ya irreversiblemente racionalistas con vocación de universalidad, el dolor de los demás nos provoca insomnio
y otros males asociados. Así que siempre es mejor enfrentarse a él desde
planteamientos colectivos (por muy débiles que sean) que adoptar simples
conductas de evitación, “mirando para otro lado”... Porque ya no hay “otro lado”
cuando el mundo se globaliza y todos, de alguna o muchas formas, no convertimos
en
víctimas del oprobio. Nuestra voz y nuestras acciones acaso no coticen en el
mercado global, pero unidas a otras
voces y otras formas de actuar tal vez puedan ir cambiando las reglas del juego. Al menos en lo local e inmediato.
Nacho Fernández del Castro,
20 de Diciembre de 2012
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