domingo, 23 de diciembre de 2012

Pensamiento del Día, 23-12-2012



«Oh,  alma mía, no aspires a la vida inmortal,
pero agota el campo de lo posible.»
 (PÍNDARO; probablemente Cinocéfalos, Beocia, Hélade, hacia el 518 a.N.E.- Argos, Argólida, 438 a.N.E.. 
III Pítica.)
Agobiadas por las letras y las amenazas de desahucio, atribuladas por el paro y la precariedad laboral, asombradas por tantas y tamañas injusticias, a las buenas gentes de este Estado (y de muchos otros ni se les pasa ya por la cabeza atisbo alguno, por mínimo que sea, de afán de inmortalidad (ni siquiera, agobiadas por el miedo instrumental, admitirían el más menguado de los deseos de notoriedad)...
Sí, ya sabemos que los castings de Gran Hermano o cualquier talent show al uso congregan mucha gente en busca de una fama más o menos fácil, pero ¿qué son dosmil, veinte mil o, incluso, doscientas mil personas sobre el total de una población precarizada?... Son, de hecho, más o menos lo mismo que en cualquier ciudad media convoca la apertura de una bolsa de trabajo para una empresa pública de limpieza urbana, por ejemplo.
Y en estos “castings laborales de la precaridad precarizada” es donde está la realidad sociológica de nuestra sociedad... Personas que amedrentadas por la amenaza visible de la exclusión social  reciben cualquier frágil aliento, por muy efímero que sea, como el azaroso premio en cualquier lotería... Y, precisamente para eso, montan las autoridades el espectáculo del curro sometido al bombo de la suerte o el paso del empleo público al ente autónomo de Loterías y Apuestas del Estado.
Evidentemente, así no hay quien aspire a la inmortalidad... Con hacer una sustitución estival para la limpieza de playas ya va uno que chuta.
Lo malo es que, perdidas en ese juego de las suertes propicias o esquivas, las buenas gentes hacen, por un lado, florecer el negocio de brujas, astrólogos, nigromantes y otros míseros mercachifles del infortunio ajeno, y se olvidan, por otro, del sabio consejo de Píndaro, desatendiendo lamentablemente la exploración concienzuda del ámbito de lo posible.
Nacho Fernández del Castro, 23 de Diciembre de 2012

No hay comentarios:

Publicar un comentario