martes, 24 de enero de 2012

Pensamiento del Día, 24-1-2012

«Pueblo pobre, pueblo pobre. ¿Quién podrá nunca aspirar otra vez al galardón nórdico, a la sonrisa del rey alto, a la dignificación, al buen pasar del sabio que en la península seca, espera que fructifiquen los cerebros y los ríos?.»
 (Luís MARTÍN-SANTOS Ribera; Larache, Marruecos, 11 de noviembre de 1924 – Vitoria, España, 21 de febrero de 1964. Tiempo de silencio, 1962.)
Aquí andamos, como casi siempre, con la ciencia escasa y la videncia oscura... Mientras el I+D tiembla, no hay cadena televisiva que no tenga su “buena bruja (o brujo)” (que, por otra parte, no suele ser lo peor del medio correspondiente, aunque el recuerdo de Rappel con su minibañador de leopardo o la Bruja Lola con su tanga estén entre la imágenes más “gore” de la historia audiovisual reciente).
No es casual, claro... A esos gobernantes que dicen representarnos no les interesa demasiado el conocimiento. Prefieren, seguramente, que la gente se acostumbre a fiar su suerte a los astros, a leer su mañana en los posos del té, a buscar la solución a sus problemas en una pasada de agua o algún otro acto propiciatorio. Es mejor que, ante la evidencia de que los recortes sólo pueden producir nuevas caídas del consumo y, consiguientemente, de la actividad económica y del empleo, la ciudadanía, en vez de rebelarse, acuda al parapsicólogo de guardia.
La ciencia ilustra y eso, en tiempos de tantas sombras, molesta. Un pueblo ilustrado siempre es un incordio que, igual, hasta se quiere parecer a Islandia.
¿Que no volvemos por Estocolmo para recoger un Premio Nobel científico cualquiera?... Pues, ¿qué le vamos a hacer?, siempre podemos llamar a esa bruja que publicita su teléfono por si no podemos esperar a su late-show. Seguro que ella nos saca de dudas.
¡Mientras, seguimos en nuestro particular "tiempo de silencio", esperando que, “en esta tierra seca, fructifiquen los cerebros y los ríos”!.

Nacho Fernández del Castro, 24 de Enero de 2012

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