domingo, 29 de enero de 2012

Pensamiento del Día, 29-1-2012

«Verdaderamente Tertuliano Máximo Afonso anda muy necesitado de estímulos que lo distraigan, vive solo y se aburre, o hablando con la exactitud clínica que la actualidad requiere, se ha rendido a esa temporal debilidad de ánimo que suele conocerse como depresión. Para tener una idea clara de su caso, basta decir que estuvo casado y ha olvidado qué lo condujo al matrimonio, se divorció y ahora no quiere ni acordarse de los motivos por los que se separó.»
 (José de Sousa SARAMAGO; Azinhaga, Santarém, Portugal, 16 de noviembre de 1922 - 
Tías, Lanzarote, España, 18 de junio de 2010. El hombre duplicado, 2002.)
Vivimos en una sociedad neurotizante... Perdidos en un maremágnum de estímulos cada vez más próximos en su insignificancia, apenas acertamos ya con la respuesta más adecuada ante cada uno de ellos en cada situación. Por eso más y más gente, con más y más frecuencia, pasa por episodios depresivos, por “temporales debilidades del ánimo” que impiden reconocer las causas de los hitos de la historia personal o los motivos mismos de cada uno de los propios actos.
Esa es la gran paradoja: casi nada logra distraernos ya lo suficiente en esta sociedad del espectáculo, porque su pan está ya homogeneizado hasta lo insípido y su circo es cada vez más tedioso y previsible... Pero, espectadores sumisos, consumidores resignados de tantas apariencias, seguimos deambulando en medio del aburrimiento procurando no gritar mucho ni bostezar demasiado evidentemente para no molestar... Porque, al fin, ¡el espectáculo (por pésimo que sea, por más miradas que vaya dejando cegadas por el tedio) debe continuar!.

Nacho Fernández del Castro, 29 de Enero de 2012

No hay comentarios:

Publicar un comentario