«Puedes ser solamente una persona para el mundo, pero para alguna persona tú eres el mundo.»
(Gabriel José de la Concordia GARCÍA MÁRQUEZ; Aracataca, Colombia, 6 de marzo de 1927.
La mala hora, 1962.)
Afortunadamente, en algún instante, en alguna época, todos nos convertimos en el núcleo del mundo para alguien... Y eso nos salva de la disolución completa de nuestro yo en un todo.
Ahora bien, ¿es tan nefasta esa tendencia disolvente del valor del sujeto personal e intransferible?. Casi todo lo que de valor hay en el mundo es fruto del esfuerzo colectivo y la historia de los genios individuales es, casi siempre, una distorsión, una exageración de la historia.
Pero es que, además y sobre todo, sentirse el mundo de alguien es siempre demasiada responsabilidad.
Nacho Fernández del Castro, 30 de Enero de 2012
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