«Una explicación general del mundo y de la historia debe tener en cuenta ante todo cómo estaba situada nuestra casa en la región llamada en un tiempo «punta de Francia», a media ladera, al pie de la colina de San Pietro, como en la frontera entre dos continentes.»
(Italo Giovanni CALVINO MAMELI; Santiago de Las Vegas, La Habana, Cuba, 15 de octubre de 1923 - Siena, Italia, 19 de septiembre de 1985. Inicio de El camino de San Giovanni, 1962.)
Al final, cualquier intento de explicación del mundo y de la historia que no sea capaz de dar cuenta de nuestra propia situación y de la de los más cercanos vale muy poco... Cierto es que podemos no atisbar siquiera, en el aquí y el ahora, qué tienen que ver nuestros gustos cinematográficos, la decoración de nuestra casa o nuestros paseos favoritos con las grandes interpretaciones del devenir humano y las grandes propuestas de claves p.ara mejor comprender la realidad. Pero, precisamente por ello, podemos y debemos utilizar sistemática y críticamente nuestra propia ubicación y circunstancias como prueba indirecta para valorar la verosimilitud de las grandes formas de pensar el mundo y la humanidad: si, por más que rasquemos nuestras sienes y frunzamos nuestro ceño a la búsqueda de la relación secreta entre las claves del todo y la determinación de nuestro yo, no logramos hacer avance alguno, seguramente la gran teoría, por hermosa que sea, estará errada... Y, cuanto más nos parezca avanzar en el descubrimiento de ese arduo vínculo, mayor será la potencia que podremos atribuirle al núcleo interpretativo general.
Y es que, ¿qué modo de entender la realidad que se precie nos puede dejar, precisamente a nosotros, fuera de ella?.
Nacho Fernández del Castro, 28 de Enero de 2012
No hay comentarios:
Publicar un comentario