lunes, 11 de febrero de 2013

Pensamiento del Día, 11-2-2013



«Pasó de largo la primavera de la vida. Lejos quedan los días en que un amable genio tutelar sugería himnos conceptuales a la pasión, al artista y su ciudad, a lo bello y lo siniestro o a la memoria perdida de las cosas.
En la edad de hierro, se prueba lo más difícil. El compromiso con los temas y los motivos de la vida primeriza y primaveral permanece intacto. Pero la exigencia metódica y conceptual es mayor. El texto pierde sensualidad, facilidad, acceso directo al público. Se corre el riesgo de la impopularidad. Se escribe para todos y para ninguno. Se acentúa e intensifica la soledad.»
File:Trías en la UIMP.jpg
 (Eugenio TRÍAS SAGNIER; Barcelona, 31 de agosto de 1942 –10 de febrero de 2013. La aventura filosófica, 1988.)
¡Qué negro y denso es el silencio que nos deja, prematuramente, la voz más estilizada y hermosa del pensamiento presente!... Su sinfonía de ideas manaba de esa inevitable y, en tantos sentidos, maravillosa condición fronteriza de la que sólo los seres más sabios se hacen conscientes... Y, traspasada la última frontera, su palabra se ha petrificado en reflexiones que ya ocupan los frontispicios de nuestras mejores Academias imaginarias.
Porque sabemos que, en nuestra aventura diaria del filosofar para actuar, a medida que las primaverales pasiones por lo bello y lo siniestro. por los sones más estéticos y las memorias más perdidas, van cediendo, no abandonamos nuestras preocupaciones y compromisos con el mundo y la vida, sino que ahondamos en nuevas singladuras y abordajes más cargados de precisiones conceptuales y rigores metodológicos.
Y acabamos, sí, siendo más precisos pero menos sensuales, más rigurosos pero menos accesibles... Caemos en la paradoja de que la voluntad de escribir para todo ser humano nos lleve a no escribir para nadie concreto...
Y, como un destino fatal, seguimos reflexionando en el límite de nuestra propia sombra, que nos permite indagar y buscar un mundo mejor perdidos en la soledad del (inútil) escritor de fondo.
Nacho Fernández del Castro, 11 de Febrero de 2013

1 comentario:

  1. Eugenio Trías talló muchas veces sus propias palabras… si quiso narrar lo que pensaba.

    Utilizó un lenguaje arriesgado, difícil y estilizado, por momentos transparente, interesado en la indagación de lugares nuevos que le atraían.

    Buscó adentrarse en territorios incógnitos.

    Corrió el riesgo de no hallar el aplauso inmediato ni seguidores masivos, sólo atentos.

    Tejió su tema sempiterno, la estética, y le unió retazos de otros temas, políticos, históricos, antropológicos, éticos, ontológicos… y nos dejó un bello tapiz, con muchas capas y muchos bellos hilos.

    Gracias por tus ideas, tu escritura, tu ejemplo y tu estilo.

    Adiós, Eugenio Trías. Vete en paz. Disuélvete en la frontera… nos dejas la posibilidad de contagiarnos de ti. Eso es mucho. Gracias.

    Silverio Sánchez Corredera

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