«—¿Cómo interpreta movimientos
como el Occupy Wall Street, 15-M en España, y otras movilizaciones
que proliferan?.
—Manifestarse y ocupar es
importante, pero hay que hacer
nuestra ciudadanía, nuestra economía. Me gusta la palabra make en inglés por ese
significado de hacer algo material.
No basta con que uno pague sus impuestos y consuma los beneficios de ser
ciudadano. Delegamos en los legisladores, en el ejecutivo, cosas que no
deberíamos haber delegado, igual que el ejecutivo delegó en el sistema
financiero. Hay que entender el sistema financiero, igual que la tecnología…;
todo se ha privatizado.»
(Saskia SASSEN; La Haya, Holanda, Países Bajos, 5
de enero de1949; Premio Príncipe de
Asturias de Ciencias Sociales 2013. “Entrevista: Los gobiernos podían haber hecho mejor
sus deberes”, realizada por Marta Ricart
Gabriel para Magazine, 21-12-2012.)

Menos, en efecto, sólo
cabe la sumisión callada, la aceptación
mansa del oprobio globalizado como una
adversidad más de la fortuna.
Por eso es
importante estar en las calles y plazas dando público testimonio de la injusticia planificada de una crisis que es estafa. Y, sin embargo, no basta... No bastan ya las palabras, por altas e ingeniosas que
sean; no bastan los símbolos, por hermosos
y solidarios que parezcan.
Es hora de hacer, de rehacer las condiciones materiales de un sujeto colectivo capaz de
desarrollar una lógica de la acción que impida, desbordando esa
nueva “legalidad” que sólo protege a los
poderosos, el desmantelamiento definitivo de los últimos reductos de humanidad: el acceso a un techo, al conocimiento
o a la salud en condiciones universales
de igualdad.
Se trata de
retrotraer nuestra ciudadanía, ni más
ni menos, a la propia capacidad para
hacerla materialmente efectiva, negándonos a reducirla a los actos de consumo tal y como pretenden
los mercados, incluyendo el consumo
periódico de merchandising político en
el mercado de las urnas.
Nacho Fernández del Castro,
16 de Mayo de 2013
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