miércoles, 1 de mayo de 2013

Pensamiento del Día, 30-4-2013



«Qué saben el invierno o el otoño o la primavera o el verano del recuerdo. No saben nada del recuerdo. Saben que pasan y que vuelven. Saben que son estaciones. Saben que son el [tiempo]. Y saben afirmarse. Y saben imponerse. Y saben sostenerse. Qué sabe el otoño del verano. Qué lamentaciones tienen las estaciones. Ninguna odia. Ninguna ama. Y pasan



 (Giannina BRASCHI; San Juan, Puerto Rico, 5 de febrero de 1953. El imperio de los sueños, 1988.)



Algunas de nuestras instituciones y buena parte de la casta política son como las estaciones... No saben nada del recuerdo, sólo saben que pasan y vuelven... Y sobre todo, saben afirmarse e imponerse. Saben sostenerse más allá de las risas y lamentos, sin odio ni amor... Pasando de todo y de todos.



La indiferencia (casi autismo) afectiva con la que nuestras instituciones y buena parte de la casta política se enfrentan a las tercas sombras de la realidad cotidiana ponen claramente de manifiesto que algo no funciona aquí, en este sistema, en esta llamada democracia... Porque se supone que nuestras instituciones y la casta política son, precisamente, el más sofisticado instrumento para canalizar la voluntad popular hacia el bien común.



Pero nuestras instituciones y buena parte de la casta política sólo obedecen a sus amos, los dueños del mundo... Pero no odian ni aman porque ya ni pueden, ni saben, ni quieren. Así que algo parece urgente cambiar en nuestras instituciones y en la casta política si queremos evitar que los asuntos humanos queden a merced de una sucesión automática (burocratizada) que impone fríos y calores como “males menores”... Como un destino fatal.



Nacho Fernández del Castro, 30 de Abril de 2013

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