domingo, 2 de septiembre de 2012

Pensamiento del Día, 2-9-2012


«El arte descubre su verdadero uso social, no en el plano ideológico, sino que abriendo el paso del sentimiento al significado, no para todos, dado que sería imposible, pero para todo aquel que desee intentarlo. Ese impulso parece ser inmortal. Ciertamente ha existido desde los orígenes mismos de la sociedad humana y, a pesar de la apabullante comercialización del mundo del arte, de su fuga hacia la ética empresarial, de su adopción de las estrategias comerciales y de su gradual evacuación del espíritu, sigue existiendo también en estos momentos.»
 (Robert Studley Forrest HUGHES; Sídney, Australia, 28 de julio de 1938 - New York, Estados Unidos, 
6 de agosto de 2012. “The Future That Was” –“El Futuro que fue”-, Capítulo VIII del libro  
The Shock of the New: Art and the century of change –El impacto de lo nuevo: Arte en el siglo XX-,  
1981 -2000 para la edición en castellano-.)
Entre los clamorosos silencios que nos ha dejado el estío, duele en el arte la ausencia de una de las principales voces críticas orientada por el saber del sentido común... Robert Hughes supo enseñarnos, con impulso diario que cuajaba en periódicas reflexiones más serenas, la verdad estética sorprendente de unas obras transtemporales capaces de hacernos extraer, ayer y hoy, significados de los sentimientos que provocan a través los sentidos abiertos y limpios, totalmente ajenos a tantas mentiras derivadas de una banalización de la producción artística sometida a un proceso de vacua comercialización en el mercado capitalista global.
Ser tozudos en esa voluntad de buscar sentimientos en la percepción de propuestas artísticas de ayer, de hoy y de mañana, para desbordarlos en significados vitales no universalizables, es también una forma de resistencia en y ante este mundo de mercachifles ansiosos por extender y vender la insignificancia.
Nacho Fernández del Castro, 2 de Septiembre de 2012

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