lunes, 24 de septiembre de 2012

Pensamiento del Día, 24-9-2012



«Los hombres se relacionan con la vida como lo harían si se les ofrece medio pollo en la cena:
a) Los materialistas: ya te lo terminarás y no hay más.
b) Los empíricos: quizás haya más pero, verás, todo es muy azaroso: el gallinero no es mío y quién es el dueño está fuera de mis premisas.
c) Los religiosos: por supuesto que la otra mitad está esperándote. Es más: la vida después de la muerte es un buffet con todo el pollo que puedas comer.»
 (Fabrizio MEJÍA MADRID; México DF, 1968. Final de Vida digital, 2012.)
La vida es un viejo problema... Pasamos por ella, alegres o tristes según nuestro talante y las situaciones que nos envuelven, exigiéndole siempre un poco más...
Por eso triunfan las religiones; porque son capaces de tranquilizar a la gente con el aplazamiento (irrefutable por incomprobable) de ese “poco más”.
Por eso tiene tan mala prensa el materialismo; porque, convencido de que “hay lo que hay”, no deja ningún resquicio a la esperanza en más allá alguno (ni tan siquiera en una oportuna multiplicación de los panes y los peces).
Pero, en realidad, la actitud más meliflua es la de quien, empirista, no dice ni sí ni no porque sus sentidos no han podido (nunca podrán) agotar las experiencias sensoriales de este mundo... Así que se conforma con un “parece (o no parece) improbable, pero ¿quién sabe?”... Por eso el agnosticismo es también tan melifluo: ¿cómo a alguien en sus cabales puede parecerle irrelevante que haya o no un más allá repleto de transcendentes y eternos premios y castigos?... El que los sentidos no lo puedan corroborar de modo alguno no quiere decir que esté más allá de “la lógica de este mundo”.
De hecho, queda más allá de la experiencia sensorial posible de cualquier ser humano el comprobar si en el universo todo hay o no unicornios azules (o de cualquier otro color, que tampoco es cuestión de ponerse exquisito con estos simpáticos bichejos)... Pero, ¿cuánta gente adulta (con la racionalidad bien desarrollada) admitiría la posibilidad de su existencia?.
Así que mejor nos dedicamos, aquí y ahora, a luchar por mejorar lo que hay.
Nacho Fernández del Castro, 24 de Septiembre de 2012

No hay comentarios:

Publicar un comentario