«Miserable cosa es pensar ser maestro el que nunca fue discípulo.»
(Fernando de ROJAS; La Puebla de Montalbán,
Toledo, Hacia 1476 - Talavera de la
Reina,
entre el 3 y el 8 de abril de 1541. Tragicomedia antes simplemente Comedia-
de Calisto y Melibea, conocida
como La Celestina desde el siglo XVI, 1499.)
Nada puede
enseñar quien antes no aprendió... Nada tiene que decir quien no escuchó
previamente... Nada debe explicar quien aún no fue capaz de entender algo.
Es lo que pasa... Dejamos los sistemas educativos públicos en manos de
quienes jamás fueron (ni, por supuesto, se sintieron) discípulos de maestro
alguno, de quienes sólo muestran verdadera voluntad de seguir con mayor o menor
eficacia técnica las directrices de sus amos, y nos los dejan hechos unos
zorros.
Miserable
cosa es su burdo y cada día
menos disimulado, afán... Pero no menos miserable
es nuestra dejación, nuestra pasividad ante sus desmanes, nuestra sumisión ante el proceso de modificación normativa para criminalizar cualquier tipo de
resistencia o disidencia... Nuestro
irrefrenable miedo.
¿A qué?... ¿Puede haber algo peor que esta
inercia de creciente temor inducido,
que esta condición miserable?.
Nacho Fernández del Castro, 14 de Noviembre de 2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario