viernes, 22 de noviembre de 2013

Pensamiento del Día, 22-11-2013



«Aquel que es demasiado cómodo para pensar por su cuenta y ser su propio juez, se somete a las prohibiciones del momento existentes. Le resulta más sencillo.»

 (Hermann Karl HESSE, Premio Nobel de Literatura 1946; Calw, Baden-Wurtemberg, Imperio alemán, 2 de julio de 1877 – Montagnola, Cantón del Tesino, Suiza, 9 de agosto de 1962. Demian: Die Geschichte von Emil Sinclairs Jugend –Demian: Historia de la juventud de Emil Sinclair-, 1919 -2007, por ejemplo, para una edición en castellano-.)

En realidad, hoy, aquí y ahora, es lo que hace la mayoría, ¿no?... Sacralizar cualquier norma o convención como proveniente de algún etéreo ente legitimador supramundano o, si no se tiene un talante suficientemente metafísico para ello, naturalizarla como si estuviese dada en la propia esencia del mundo, y, aún cuando el carácter no sea lo bastante dado a lo  ontológico para tal, socializarla “como si” del fruto de alguna suerte de consenso universal (nunca explicitado) se tratara.

Así que muchísima gente (eso que los gobernantes gustan de llamar “mayorías silenciosas”) acepta la demonización, bestialización y criminalización de quienes, por activa o por pasiva, se enfrentan a esas normas y convenciones o, simplemente, osan disentir de ellas en voz alta... Es más cómodo y mucho más sencillo.

Pero no deja de resultar curioso que ni siquiera se fijen que quienes orquestan esos procesos demonizadores, bestializadores y criminalizadores de cualquier rebeldía modifican continuamente las normas para “adaptarlas” a las nuevas manifestaciónes del desacato... Y lo hacen siempre en beneficio de esos amos del mundo (los verdaderos beneficiados con el asunto) a los que sirven sumisamente de testaferros políticos. Serán casualidades, pero con un aire inequívoco de colaboración necesaria.


Nacho Fernández del Castro, 22 de Noviembre de 2013

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