viernes, 17 de febrero de 2012

Pensamiento del Día, 17-2-2012

«[...] Esa España inferior que ora y bosteza,
vieja y tahúr, zaragatera y triste;
esa España inferior que ora y embiste,
cuando se digna usar la cabeza,
aún tendrá luengo parto de varones
amantes de sagradas tradiciones
y de sagradas formas y maneras;
florecerán las barbas apostólicas,
y otras calvas en otras calaveras
brillarán, venerables y católicas.
El vano ayer engendrará un mañana
vacío y ¡por ventura! pasajero,
la sombra de un lechuzo tarambana,
de un sayón con hechuras de bolero;
el vacuo ayer dará un mañana huero [...].»
 (Antonio MACHADO RUIZ, Sevilla, 26 de julio de 1875 – Collioure, Francia, 22 de febrero de 1939.  
“El mañana efímero”, CXXXV, en Campos de Castilla, 1912.)
Mal panorama el de este país, o lo que sea, que sólo parece remontar, pese a las burlas gabachas, en sus hazañas deportivas... Cien años después de los lamentos expresionistas de Machado, seguimos perdidos entre las apocalípticas proclamas de la curia y los sumisos bostezos del personal, mientras nuevas huestes se incorporan a las estadísticas del desempleo y a las variopintas realidades de la picaresca de supervivencia. Y es que el pintoresquismo arcano y fullero que siempre ha tratado de ser “marca de lo español” hace muchas décadas, si no siglos, que ha ido dejando paso a una tristeza camorrista, a una bulliciosidad casi lúgubre...
Porque, cuando la cabeza sólo se utiliza para cabecear (embistiendo un balón o un tertuliano disonante, representando rituales autistas o depresivos, eludiendo cualquier responsabilidad sobre “lo dado”), necesariamente florecen los patriarcados defensores (hipócritas, con frecuencia) de tradiciones atávicas, los jerifaltes de apostólica barba y hombros encogidos ante las viejas y nuevas oligarquías, o una intelectualidad sombría incapaz de salir de su propio ombligo (bien pagado).
¿Será, al menos, pasajero este panorama?... Realmente la permanencia del vacío, desde tiempos inmemoriales hasta el aquí y el ahora, no parecen augurar ninguna maravilla... Pero ahí está el Carnaval que, aunque también reglamentado, homogeneizado y uperizado, abre resquicios a la recuperación de la rebeldía insolente y la irreverencia insumisa... ¡Pongámonos a ello!.
Nacho Fernández del Castro, 17 de Febrero de 2012

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