domingo, 25 de marzo de 2012

Pensamiento del Día, 25-3-2012


«—¿En qué clase de misión está pensando usted, señor Ma­lone?
—Bueno, señor, cualquiera que contenga aventura y peli­gros. De verdad que pondría en ella lo mejor de mí mismo. Cuanto más difícil sea, mejor me sentiré en ella.
—Parece usted muy deseoso de perder su vida.
—De justificar mi vida, señor.

Válgame Dios, señor Malone, esto resulta muy,... muy enaltecedor. Pero me temo que ya han pasado los tiempos de tales proezas. Los gastos que cuesta el aparato de una «mi­sión especial» rara vez justifican los resultados. En todo caso, como es natural, esa clase de misiones se encargan a hombres experimentados con un renombre que garantiza la confianza del público. Esos grandes espacios en blanco que llenaban los mapas están siendo ocupados rápidamente y ya no queda lugar en ninguna parte para las aventuras román­ticas..

(Sir Arthur Ignatius CONAN DOYLE; Edimburgo, 22 de mayo de 1859 – Crowborough, 7 de julio de 1930. Fragmento del “Capítulo 2: Pruebe fortuna con el profesor Challenger” en 

The Lost World –El mundo perdido-, 1912.)

En estos tiempos de miedo y sumisión ya no quedan espacios en blanco en el mapa de la vida para que aún sean posibles las aventuras románticas... Las únicas “misiones especiales” son las que se encomiendan a políticos de más o menos abolengo (y de cualquier marca registrada) para que gestionen, sin grandes altercado, lo público en favor de sus amos privados.
No cabe esperar proezas y, acaso por ello, languidece tanto y tan rápido toda esperanza... Porque, en suma, ante cualquier persona despistada que preguntara, en cualquier lugar de este tiempo, “¿quién manda aquí?” poco erraría quien contestase “los de ayer, los de mañana, ¡los de siempre!”.
Hacer que las cosas puedan ser de otra manera no es la tarea de ninguna heroína ni de ningún héroe... Exige una voluntad colectiva que parta de lo inmediato; y hace mucho que está diezmada... Casi extinta.
Nacho Fernández del Castro, 25 de Marzo de 2012

No hay comentarios:

Publicar un comentario