viernes, 9 de marzo de 2012

Pensamiento del Día, 9-3-2912







«Siento que hasta que el número de vidas plenas no supere al de vidas destrozadas, estaremos atrapados. Hasta entonces seguiremos siendo apenas una especie de mono farfullador en una especie de prehistoria, indigna del gran espíritu de la humanidad. La historia como historia digna de ser contada comenzará únicamente cuando las vidas plenas excedan en número a las desperdiciadas. Eso significa que todavía nos quedan muchas generaciones antes de que comience la historia. Todas las desigualdades deben desaparecer; todo el exceso de riqueza debe ser distribuido equitativamente, y la humanidad, tal y como normalmente solemos pensar en ella, todavía no habrá existido.»
 
 (Kim Stanley ROBINSON; Waukegan, Illinois, Estados Unidos, 23 de marzo de 1952.  
Final de La viuda Kang, sexto libro de The Years of Rice and Salt -Tiempos de arroz y sal-, 2002.)
No son buenos los tiempos para la esperanza, aunque en el reducido reducto que nos dejan los amos del mundo ya casi sólo cabe la esperanza... No es propicia la hora para la ilusión, pese a que sólo la ilusión, por mínima que sea, nos puede ayudar a seguir adelante... No es pródigo el instante en luchas constantes, aunque sólo la constancia en la lucha puede hacer que nos sacudamos tantas sumisiones.
Se trata, simplemente, de superar nuestra triste condición individual de “monos farfulladores” para construir la “vida plena” capaz de conquistar la igualdad, frente al mito de la libre competencia, y redistribuir con equidad la riqueza de un mundo que languidece en este retorno feroz a la prehistoria del todo vale y el sálvese quien pueda... Se trata, en fin, de alcanzar, colectivamente, una historia, común y universal, “digna de ser contada”. 
Nacho Fernández del Castro, 9 de Marzo de 2012

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