martes, 6 de marzo de 2012

Pensamiento del Día, 6-3-2012


«Las “posguerras” no existen. / Los necios llamaban “paz” al simple alejarse del frente. / Los necios defendían la paz apoyando al brazo armado del dinero. / Más allá de la primera duna, los enfrentamientos proseguían. Garras de animales quiméricos hundidas en la carne, el Cielo lleno de acero y humo, culturas enteras arrancadas de la Tierra. / Los necios combatían contra los enemigos de hoy avituallando a los de mañana. / Los necios sacaban pecho, hablaban de “libertad”, “democracia”, “los nuestros”, mientras se comían el fruto de incursiones y saqueos. / Defendían la civilización contra sombras chinescas de dinosaurios. / Defendían el planeta de simulacros de asteroides. / Defendían la sombra chinesca de una civilización. / Defendían un simulacro de planeta.»
 (WU MING; La Wu Ming Foundation es el pseudónimo de un colectivo de escritores italianos
 nacido en el año 2000 en Bolonia a partir del Luther Blissett Project. Nota preliminar a 54, 2002.)
Todavía hay quien se empeña en pensar (más bien en repetir al dictado) que hay una “civilización” que salvar de algún enemigo taimado, cósmico o terreno... Aún hay quien pretende participar en ceremonias democráticas que sirven únicamente para pseudolegitimar el poder de los que ya lo tienen consolidado por otros medios menos populares... Incluso hay quien aspira a algo que llama “paz” mientras se refocila con gozo en el sistema que condena a miles de millones de personas a la peor de las violencias, la de la miseria sin salida.
Los organismos internacionales se ufanan por haber logrado que casi el noventa por ciento de la población mundial tenga ya acceso a fuentes de agua más o menos potable... Y, ¿ qué pasa con ese diez por ciento restante, un “pequeño resto” de unos setecientos millones de seres humanos que malviven en la ruleta rusa de la deshidratación o el agua contaminada?. ¿Qué pasa con el galopante aumento de la población mundial hambrienta que, paralelamente, ha derivado la crisis?.
Vivimos un simulacro de civilización en un simulacro de mundo... Pero, eso sí, alineados entre la dichosa ciudadanía del primer mundo, nos entretenemos jugando a los comicios, como si realmente decidiésemos algo... ¡Qué divertida es la insignificancia si uno no se para a pensar demasiado!.
Nacho Fernández del Castro, 6 de Marzo de 2012

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